El 2 de mayo es una fecha especial para Madrid, quizás la más relevante del calendario. Este día nos recuerda que hubo un Madrid que se plantó ante la asfixiante amenaza Napoleónica. La gente se movilizó y se armó consciente, en muchos casos, de enfrentarse a una muerte segura. Este es mi homenaje para aquellos ‘desconocidos’ que dieron su vida por nuestra libertad.
Sin querer resultar aburrido os pongo en antecedentes. Año 1808. Napoleón sigue en sus trece de conquistar Europa. Con la excusa de dominar a Portugal sus tropas avanzan por España bajo el Mariscal Murat pero la gente no tarda mucho en sospechar sobre las oscuras intenciones del francés. Someter al pueblo español. La gota que colma el vaso llega cuando varios madrileños observan como dos carruajes salen del Palacio Real. Presumiblemente en su interior va el Infante Francisco de Paula, hijo menor del Rey. Todo hace indicar que el resto de la Familia Real ha sido capturada.
En ese momento se desarrolla un primer enfrentamiento entre la gente del pueblo y los franceses que se salda con la muerte de diez españoles. Una masacre que enciende la mecha del alzamiento popular. Los días venideros Madrid se convierte en un polvorín. En diferentes puntos de la ciudad estalla un sentimiento nacional que inunda las calles. Enfrentamientos desiguales, actos heroicos que se saldan con la muerte de muchos, tanto de un lado como de otro. Sin duda, un capítulo decisivo de nuestra historia que quedó inmortalizado por artistas como Goya.
Aquel primer levantamiento del Dos de Mayo fue rápidamente apagado por Murat, lo que no pudieron controlar los franceses fue aquel germen que desató la Guerra de la Independencia. Un conflicto que se alargó durante cinco devastadores años y que terminó con los franceses retrocediendo sobre sus pasos. Hoy os invito a hacer un recorrido por las huellas que aquella fecha histórica, el 2 de mayo, dejó en Madrid para siempre.
Plaza del Dos de Mayo: Posiblemente el lugar más conocido de todos. En este punto se libraron numerosos enfrentamientos. Esta plaza que hoy se llena de jóvenes todos los fines de semana haciendo botellón fue uno de los puntos clave del 2 de mayo. En el centro el arco original que perteneció al Cuartel de Artillería de Monteleón junto a las esculturas de los capitanes que lideraron el alzamiento, Daoiz y Velarde.
Placa en la Casa de Correos: Rodeada del bullicio eterno que siempre vive en la Puerta de Sol, mucha gente pasa por aquí mirando al suelo en busca del ‘Kilometro 0’ pero pocos se fijan que en este punto exacto se libraron los primeros choques entre madrileños y las tropas de Napoleón.
Calle de Manuela Malasaña: El nombre por el que se conoce coloquialmente al Barrio de Maravillas viene de una de sus calles más famosas. La gente relaciona directamente Malasaña a ‘La Movida’ pero Manuela Malasaña fue una joven costurera de unos 15 o 16 años que falleció a manos de las tropas francesas. Su pérdida fue un duro golpe para el barrio.
Plaza de la Lealtad: En el Paseo del Prado encontramos esta pequeña plaza con un obelisco y una llama siempre encendida en recuerdo a las víctimas del 2 de mayo. En este lugar, a los pies del obelisco, hay una urna en la que se conservan las cenizas de los sublevados que fueron fusilados el 3 de mayo
Púlpito en el Arco de Cuchilleros: Dentro de este arco que da a la Plaza Mayor, está el púlpito desde el cual un religioso instó a levantarse contra las tropas invasoras.
Monumento al 2 de Mayo de Aniceto Marina: Este conjunto escultórico está un poco oculto y se puede apreciar en los Jardines del General Fanjul, junto a Calle Ferraz. Fue inaugurado en el centenario de los acontecimientos de 1808 y muestra a varios personajes en el fragor de l batalla.
Monumento a Ruiz: En la tranquila Plaza del Rey, frente a la Casa de las Siete Chimeneas y semi escondida en una de sus esquinas, se levanta el monumento al Teniente Ruiz, otro valeroso militar que tuvo una actuación destacada en los acontecimientos.
Placa en el Palacio Real: Aquí se señala el punto donde se origina todo el conflicto. La tarde del 1 de mayo los madrileños ven salir a dos carruajes del palacio e intuyen que la familia real ha sido apresada por los franceses. Comienza un primer enfrentamiento que se salda con la muerte de diez españoles.
Placa en Calle de la Ternera: Aquí se señala el lugar donde vivió el Capitán Daóiz, uno de los héroes del 2 de Mayo.
Está claro que por mucho que pasen los años el pueblo de Madrid nunca olvidará las tropelías acontecidas en sus calles aquel fatídico mes de mayo de 1808.