Así es, un científico asegura que al usar redes sociales como Facebook o Twitter, el cerebro produce oxitocina, la hormona de la felicidad, en las mismas cantidades que se producen con caricias o besos.
El profesor de la Universidad de Claremont, Paul J. Zak ha descubierto que utilizar redes sociales produce placer, mediante un análisis de la sangre antes y después del uso de estas aplicaciones. Mientras se navegaba por estas redes la oxitocina aumentaba y las hormonas del estrés descendían.
El 2.0 crea adicciónTras este estudio, un reportero del "FastCompany" se ofreció voluntario para probar el experimento en su propia sangre después de contactar con sus amigos en Facebook y Twitter a través de Tweetdeck.Los resultados demostraron que los niveles de oxitocina aumentaron más de 13% una vez que empezó a navegar, y su "cortisol", hormona relacionada con el estrés, se redujo en casi un 11%.¿Es esta la clave de su éxito? ¿Somos más felices cuando estamos conectados? Lo cierto es que nos pasamos horas conectados a Facebook o Twitter sin hacer nada en particular, pero nos reímos con las publicaciones de amigos, nos acordamos de ellos cuando escuchamos una canción y la colgamos en sus muros... Es al fin y al cabo ocio, es lo mismo que estar con ellos tomándonos unas cañas pero a través de una pantalla.Esto me hace pensar, ¿llegará a sustituir el online al offline? Si nos sentimos igual de bien chateando que hablando en un parque, ¿qué futuro le espera a las relaciones?