Un reciente informe de Gartner ha arrojado un dato alarmante para el tejido empresarial: se estima que para 2025, el 20% las empresas que no digitalicen sus procesos corren el riesgo de desaparecer o quedar fuera de juego en un mercado cada vez más competitivo. Este fenómeno pone de manifiesto la necesidad de acelerar la transformación digital, sobre todo para pequeñas y medianas empresas que a menudo enfrentan mayores barreras para digitalizarse completamente.
En este contexto, Javier Oro, CTO de IATSAE, explica: “La digitalización no es una opción, es una obligación para la supervivencia empresarial. Si una empresa no está optimizando sus sistemas y procesos ahora, se está quedando atrás”.
La falta de adaptación a la era digital puede no solo afectar la competitividad, sino también la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta de una empresa ante los cambios del mercado. Las empresas que ya cuentan con un sistema ERP (Enterprise Resource Planning) están mejor posicionadas, pero según Oro, “tener un ERP no es suficiente. Muchas empresas no están aprovechando todo el potencial de su ERP, lo que limita su crecimiento”.
El rol del ERP en la digitalización
Los sistemas ERP son fundamentales en la transformación digital, ya que integran todas las operaciones esenciales de una empresa, desde la gestión financiera hasta la cadena de suministro. Sin embargo, muchas empresas que ya han implementado un ERP no están aprovechando todo su potencial, lo que las pone en desventaja frente a competidores que sí están optimizando sus procesos.
«El hecho de no disponer del ERP adecuado, o no personalizarlo a las necesidades concretas de la empresa, es como tener una máquina poderosa y solo usar una fracción de su capacidad. Las empresas que no tomen en serio la digitalización y la optimización de sus recursos están dejando pasar una oportunidad crucial para aumentar su competitividad y eficiencia«, comenta Javier Oro, CTO de IATSAE.
El riesgo de no digitalizarse
Los sectores más afectados por la falta de digitalización incluyen la manufactura, el comercio minorista, y las PYMEs, que a menudo enfrentan retos adicionales como presupuestos limitados o falta de conocimiento para adoptar soluciones tecnológicas. Según el informe de McKinsey, las empresas que adoptan plenamente la transformación digital pueden aumentar su eficiencia operativa hasta en un 25%, mientras que las que no lo hacen corren un riesgo cada vez mayor de quedarse atrás.
Optimización del ERP: Una solución clave
La ERP Power Week se presenta como una solución crucial para aquellas empresas que ya han implementado un ERP, pero que aún no están optimizando todo su potencial. Durante cinco días de formación intensiva, los asistentes aprenderán a optimizar sus procesos, reducir costes, y adaptarse mejor a un entorno digital. Además, tendrán acceso a hasta 24.000 € en consultoría gratuita gracias al Kit Consulting, diseñado para ayudar a las empresas a transformar digitalmente sus operaciones.
La transformación digital no puede esperar
La digitalización no es solo una herramienta para mejorar la eficiencia operativa; es un requisito indispensable para la supervivencia empresarial. El dato de que el 20% las empresas que no se digitalicen podrían desaparecer es una advertencia clara. Las empresas que quieran asegurar su futuro deben actuar ahora, y la optimización del ERP es un primer paso clave en ese proceso.