El barómetro de la empresa familiar de Catalunya ha presentado este jueves ‘La Empresa Familiar en Catalunya: un análisis del riesgo estructural’, un estudio en el que se destaca que el 22% de estas empresas tiene un “riesgo alto o muy alto”, es decir, que tienen “grandes niveles de inestabilidad”.
Esto significa, según consta en el estudio presentado en Girona, que en estas empresas la gestión adecuada de las relaciones familia-empresa tendría que ser un prioridad.
El 15’7% presenta un riesgo alto, lo que hace que tengan que plantearse seriamente la inadecuación de su estructura como empresa familiar a su complejidad como familia y como empresa. Por ello, tienen que establecer, según aconseja el informe, unas líneas de trabajo para reducir el nivel de riesgo.
Según el estudio, solo el 31% de las empresas estudiadas tienen un riesgo bajo, lo que significa que su estructura parece tener las características adecuadas para modelar su complejidad como empresa familiar. Estas empresas tendrían que estar alerta ante un aumento de su complejidad para continuar manteniendo una situación de equilibrio.
El estudio también repasa, a parte del nivel de complejidad que ya tienen de por sí las empresas familiares, el nivel de convivencia intergeneracional. En general, el número medio de accionistas no es excesivamente elevado (4’9), y la propiedad normalmente se encuentra repartida entre dos generaciones en el 59% de los casos.
Por lo que a la diferenciación entre familia y empresa, el estudio apunta que las familias promueven más exigencia hacia los miembros de su familia que ocupan cargos de gestión y que, a su vez, exigen resultados cuando ejercen roles de propiedad. Esto implica una mejor gestión del juego de roles, “tan necesaria en la empresa familiar”.
También es mayor el reconocimiento de la posición de los accionistas que están más informados de aquello que pasa en la empresa, que toman mayoritariamente las decisiones sobre el reparto de dividendos, y que participan más en aquellas decisiones que pueden afectar substancialmente al valor patrimonial. Este mayor reconocimiento tendría que reforzarse, ya que en el 65% de los casos hay accionistas que no trabajan en la empresa.
Finalmente, el informe, que tiene como objetivo describir las estructuras internas de las empresas familiares de Catalunya e identificar el nivel de riesgo de éstas, presenta un seguido de recomendaciones con la intención de que disminuyan este riego: aumentar el número de consejos de familia, mejorar el funcionamiento de los consejos de administración o extender la influencia de los protocolos para que regulen aspectos relacionales-
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