Revista Salud y Bienestar

El 25% de los mensajes de salud que contienen los libros de texto carecen de evidencia científica

Por Fat
El colegio es una fuente saludable de conocimientos para niños y adolescentes, tanto por el propio aprendizaje como por la interacción con sus compañeros y profesores. En este sentido, y con el afán de promover hábitos de salud positivos, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) estiman necesario que sean revisados los contenidos de salud de los libros escolares al considerar que no son del todo precisos.
Según un artículo publicado recientemente en "Evidencias en Pediatría", casi una cuarta parte de los mensajes de salud que contienen los libros de texto tienen un nivel de evidencia desconocido. En casi el 25% de los mensajes analizados no existía evidencia científica que apoyara su contenido. Por temática específica, en el 41,7% de los mensajes sobre accidentes en el hogar, en el 40,6% de los referidos a conducta sexual y SIDA y en el 28,6% de los referidos a consumo de alcohol, no estaban basados en evidencia alguna.
Por ello, los especialistas recomiendan que no sólo se revisen los contenidos, sino que los textos sean redactados en un lenguaje fácilmente comprensible para los niños y adolescentes. Asimismo, desde el grupo de Educación para la Salud de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) se sugiere que hay que "hacer un llamamiento a las autoridades sanitarias y educativas ya que las recomendaciones de salud que aparecen en los textos escolares están basadas en un pobre nivel de evidencias científicas".
"Si tenemos en cuenta que la población opina que la educación en la escuela es la medida más eficaz, y que la magnitud de los problemas de salud infantil lo requiere, urge que las instituciones sanitarias y educativas tomen nota y actúen sobre este tema", añade la Dra. Esther Serrano, pediatra y coordinadora del Grupo.
-Horarios y responsabilidades
El inicio del curso escolar supone un cambio en las rutinas del niño y de toda la familia. Estos cambios, que los primeros días requieren de un periodo de adaptación, suponen el inicio de una etapa saludable en la que, entre otros aspectos, los niños empiezan a tener sus primeras responsabilidades. Sin embargo, la doctora Serrano subraya que "cada niño es distinto y necesita diferentes tiempos de adaptación".
La vuelta al colegio implica marcar una rutina a los niños, que no sólo favorece la concentración, sino que les infundirá seguridad. Por ello, los pediatras destacan la importancia de establecer horarios para dormir, hacer los deberes y jugar. Aunque "la salud mental y física de los niños agradece tener unos horarios regulares, estos no tienen que ser estrictamente rígidos", apunta la doctora Serrano.
Establecer unas normas de comportamiento no es exclusivo del periodo escolar, pero es un buen momento para afianzar conductas. Por ello, la especialista explica que "las normas no tienen que ser muchas pero sí innegociables. Se les debe explicar el porqué para que las entiendan y se debe controlar su cumplimiento".
Asimismo, los pediatras recomiendan que los niños colaboren en las tareas domésticas más sencillas. Según la doctora Serrano, "aconsejamos que arreglen sus juguetes, ayuden a poner la mesa o preparen su ropa y mochila, ya que esto fomentará su responsabilidad".
Otro de los aspectos más destacados por los pediatras a la hora de la escolarización es el tiempo de descanso que necesitan los niños, ya que la falta de sueño puede generar problemas de salud o un menor rendimiento escolar. En este sentido, los expertos recomiendan que "deben dormir lo suficiente para encontrarse relajados y activos al día siguiente".
Por otra parte, no deja de ser importante limitar el tiempo de uso de las nuevas tecnologías a los niños y adolescentes. La especialista explica que "sería conveniente que el ordenador estuviera en un espacio común en la vivienda familiar" y añade que "los padres deben controlar los programas que los menores ven, ya que todos no son para niños".
-Dolores de espalda y actividades extraescolares
Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los menores son los dolores lumbares. Para evitarlos es conveniente hacer un buen uso de la mochila, la cual debe tener relación con la altura y edad del niño. La AEPap y la SEPEAP recomiendan que el peso máximo de la cartera no supere el 10% del peso del niño.
Para evitar los dolores de espalda también ayuda que los niños hagan alguna actividad física de forma regular. En este sentido, los pediatras recomiendan la práctica de deportes especialmente en equipo ya que favorecen el crecimiento físico y social.

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