Llevamos varios años conviviendo con el 3D que arrasa nuestras salas, y en todo este tiempo no hemos tenido ocasión de ver una buena utilización de esta tecnología. No podemos evitar que nos venga a la memoria películas tan terribles como Avatar, en la que el 3D tan solo es un elemento vacío que utilizan como si se tratase de una montaña rusa. U otras como Up, que aunque buena película, su 3D no aportaba absolutamente nada a la entretenida historia.
Podemos decir que en ese aspecto La invención de Hugo destaca por encima de todas sus predecesoras. La tridimensionalidad está utilizada con sabiduría por parte de Scorsese, que dijo que su película estaba preparada para verla en este formato, y que aprovechaba las ventajas que este le brindaba. De esta forma no se nos muestra una perpetua atracción de feria, sino que llega a tener un componente lírico, grandes tomas que recorren los andenes de la estación donde se desarrolla el film resultan impactantes.
Pese a todo esto, la tecnología 3D que tenemos hoy día no es suficiente para alcanzar las expectativas del director, por lo tanto la impresión que nos da es la de encontrarnos ante unas figuras troqueladas que se posicionan más o menos cerca con respecto a otras, pero no la verdadera sensación de profundidad que debería mostrarnos. Tendremos que esperar muchos años más para poder disfrutar de un 3D que satisfaga todas las exigencias de los artistas que le dan uso.