Doña Cristina de Borbón celebra su 53 cumpleaños con la noticia del ingreso en prisión de su amado marido. La Justicia no pudo mirar para otro lado. En la era de Internet y las redes sociales, la Monarquía no puede hacer nada por la hermana mal casada y tal vez tampoco quiera salvarle al marido de la cárcel. Como en todas las familias, en la Familia Real las cuñadas se odian y los cuñados no se aguantan.
Este año horribilus, doña Cristina no está para soplar velas ni para comer tarta. Se ha convertido en esposa de un presidiario y pudo haber sido ella presidiaria. Menos mal que consiguió convencer a los jueces de que es tonta. Todo lo hacía el marido. La Infanta de España nada sabía de la procedencia de los dineros que entraban en su casa.
Ahora sabe que su don Iñaki va la cárcel. Puede consolarse pensado que los hay más ladrones. Por ejemplo, el señor Bárcenas. Además, el señor Urdangarín se llevaba la pasta en nombre del Rey de España, de su suegro. Eran tiempos pasados. Hoy el Rey es el cuñado, un hombre que lo rechaza y un Rey que o felicitará a su hermana Cristina por su 53 cumpleaños. Lo único que le importa a Felipe VI es la Corona.