El 74% de los universitarios afirma consumir alcohol de forma abusiva

Teóricamente, los universitarios son gente más formada, y atendiendo a la etimología del término, con una cultura de carácter universal, algo que no siempre sucede. Sin embargo, demuestran conformar el colectivo con mayor adicción a drogas, sociales en este caso, como el alcohol, o lo que es lo mismo: La imperiosa necesidad de ver el mundo a través de los cristales que proporciona el fondo de un vaso del que hemos bebido sin sed. Dice la Biblia que Noé descubrió el vino y lo primero que le sucedió fue conocer las consecuencias de la intoxicación etílica aguda, o borrachera común, o sea que eso de huir de la realidad a través del alcohol, resulta más viejo que la tos, como decían algunos viejos del lugar.

El estado de felicidad puro no existe, y el alcohol, depresor del sistema nervioso en general, empieza por adormecer los sistemas inhibidores, resultando una euforia tan falsa como temporal, en la que nos percatamos de que tal vez, hubiésemos podido ser felices. Lo verdaderamente turbio de todo ello es que quienes más buscan en el alcohol lo que no encontraron en la realidad cotidiana, sean los más listos, o teóricamente, los más cultos. Da qué pensar.