El ABC del éxito y el bienestar: Ritmos Circadianos (1ª parte)

Por Maha Lub desde España
¿Sabríais decir cuál de estos pájaros sois?

Aunque pueda parecer una tonta pregunta, conociendo la respuesta podréis mejorar muchos aspectos de vuestras vidas. Pero en esto no vale decir, pues a mi me gustan más los colibríes, no, aquí quien decide es vuestro organismo. La respuesta a la pregunta está en vuestra predisposición genética; averiguando a qué grupo pertenecéis, podréis ser más felices, ganar salud y convertiros en personas más exitosas.

La distinción entre alondra, búho y colibrí es un modo simplista (aunque bien mediático) de calificar el cronotipo de nuestros ritmos circadianos. Para comprender a fondo qué significa esto, haría falta entrar en detalles harto complicados y no lo voy a hacer. Pido perdón pues a los más científicos, en adelante excluiré muchos detalles que, aunque debieran ser destacados, son demasiado cargantes. Incluso así, voy a necesitar varias entradas para tratar el tema.

El ritmo circadiano es el reloj biológico interno que regula los ciclos de los seres vivos a lo largo de una jornada; circa en latín significa aproximadamente y dianos viene de dies que obviamente es día. Nuestro cuerpo responde a ciertos ciclos biológicos diarios, los principales podríamos decir que son: el ciclo de la consciencia (vigilia y sueño) y el ciclo de la actividad orgánica (que hace oscilar nuestra temperatura corporal hasta en un grado en función de la hora del día).

Antiguamente se pensaba que el ciclo ambiental (día y noche), era el factor responsable de regular nuestros ritmos biológicos. Sin embargo, en los dos últimos siglos, muchos experimentos han llevado a concluir que, en el ser humano, los ritmos circadianos tienen una entidad autónoma que funciona independiente del ciclo ambiental. Pero no se queda ahí la cosa, resulta que el reloj interno de cada persona tiene su propio tempo, de ahí los pajaritos.

Los más normal es ser colibrí y tener un ciclo circadiano muy próximo a las 24 horas, alrededor del 70% de los humanos están dentro de este cronotipo. Un 10% de las personas son alondras, ellas son el autoproclamado ejemplo a seguir, pero no nos equivoquemos, sus genes engranan un reloj adelantado. Si tienes un ritmo circadiano lento, entonces eres un búho, no pretendas llevar vida de alondra o fracasarás; a los búhos no nos sirven los horarios que imponen las otras aves.
Adaptar nuestro modo de vida al horario que marca nuestro reloj interno es clave para sacar lo mejor de nosotros mismos. Una disfunción del reloj biológico afecta a la presión arterial y provoca insomnio, obesidad, diabetes y demás problemas. Los ritmos circadianos no son un tictac impalpable, son nuestro diapasón vital y nos afectan en diversas funciones tanto a nivel molecular como conductual e incluso cognitivo. Determinan nuestros patrones de sueño, alimentación, actividad hormonal, regeneración celular, la actividad cerebral y hasta nuestra personalidad.
Recientemente se efectuó un curioso estudio, tomaron a personas con cronotipos extremos y les realizaronla prueba MIPS de personalidad, los resultados (publicados en Personality and Individual Differences) revelaron que los búhos eran más extrovertidos imaginativos, emocionales, creativos y discrepantes; por el contrario, las alondras se caracterizaban por ser más concretas, realistas, racionales, rígidas y conformistas.

La rutina diaria que sigamos influirá en nuestro ritmo biológico de manera positiva o negativa, por eso, conocer nuestro cronotipo nos ayudará a organizarnos mejor, ser más productivos, estar más sanos y vivir más felices; especialmente si nuestro ciclo circadiano se aleja de las 24 horas.
¿A, B o C? ¿Alondra, búho o colibrí? ¿Queréis saber qué pajarillo sois? La próxima semana pondré a prueba vuestros biorritmos y así podréis averiguarlo.