Sinopsis:
¿Puede el abandono de una mujer afectar de tal forma a un hombre? ¿Es excusa suficiente la destrucción de sus ilusiones de joven enamorado para convertirse en un hombre dañado?
Victoria Sterling ha vivido siempre inconforme con su destino. De carácter inquieto y deseosa de conocer nuevas aventuras, no duda en meterse en toda clase de problemas para desespero de sus padres y de una hermana a quien ama pero que no puede ser más distinta a ella. Nada cambia nunca en la serena región de Inglaterra en la que ve sus días pasar hasta que la llegada de un atractivo joven de pasado trágico trastoca su mundo hasta sus cimientos. Pero ella no es la única que alberga sentimientos por el recién llegado. Emma, su hermana, también lo ama.
Adam Talbot se considera un hombre herido y no ha hecho más que alimentar un profundo rencor por la mujer a la que alguna vez amó más que a nada. El odio que tanto se ha esforzado por acrecentar, sin embargo, corre el riesgo de desintegrarse frente a sus ojos cuando se vea en la necesidad de convivir con ella cada día
Opinión personal:
La historia de Victoria y Adam me ha gustado mucho. Una novela con el claro sello de la autora, ese estilo tan dulce, que siempre encuentro en sus publicaciones.Creo que cada libro tiene su momento y me apetecía leer algo de este estilo: una trama clásica de reencuentros y segundas oportunidades. Quizás es apreciación mía, pero entendí, tras leer la sinopsis, que la historia arranca con una edad más avanzada de los personajes y no es así. —Me hago muy pesada, lo sé, pero un detalle que echo mucho de menos en algunas de mis lecturas es ver crecer el amor—. Algo que me ha parecido encantador en esta historia, es esa relación que florece desde la niñez hasta la edad adulta.Quizás por eso he disfrutado tanto del prólogo en el que escena tras escena nos muestra cómo Adam cae subyugado por la fuerza arrolladora de Victoria, y cómo supera el dolor de una gran pérdida gracias a la sonrisa de una niña algo independiente, valerosa y alocada por la que sería capaz de hacer cualquier cosa. Esas relaciones me parecen tan bonitas que, solo por eso, ya disfruto de la lectura.Victoria es la hija mayor de un vicario. Podría haber tenido una educación más estricta, pero, ya desde niña, muestra un carácter algo revolucionario. Una joven cuyos intereses se inclinan más por la lectura, por corretear por los campos que por los vestidos. En contraste continuo con su hermana menor, algo delicada, más coqueta y, sobre todo, mucho más egoísta. No sé si esa rebeldía viene dada por la necesidad de llamar la atención de aquellos que la rodean pues Emma acapara más a sus progenitores.Ambas tienen una buena relación, aunque la llegada de Adam marca un antes y un después.Adam es un amor, imposible no enternecerse con todos los muchos gestos que demuestran tanto su gran corazón como su amor sin condiciones por esa niña-mujer por la que se desvive por contentar. De todos, es el personaje que más me ha conquistado, no por ser realmente encantador o por decir frases de las que lees dos veces, y suspiras, y vuelves a leer, sino porque Claudia Cardozo consigue darle autenticidad a esos sentimientos complejos y contradictorios en los que se tambalea durante la novela. La autora sitúa mayormente la acción en el campo, aquí no asistiremos ante fastuosos bailes ni complicados coqueteos entre la alta sociedad. Es una trama aparentemente sencilla en la que todo gira en torno a los personajes, sus sentimientos y las consecuencias que algunas malas decisiones pueden acarrear. Porque hay ciertos temas que no dejan de ser arriesgados; y, ante todo, no he podido dejar de plantearme ciertas preguntas: ¿qué hubiera hecho yo? ¿qué derecho se tiene a influir en el futuro de un tercero? No puedo desvelar mucho más porque desenredaría el nudo de la trama y, si os soy sincera, creo que aquí, la gran voz de la verdad, se lee a través de las palabras de los adultos.Es algo muy personal, pero me gusta cuando un personaje me mete en la historia al punto de hacerme sentir empatía por él y plantearme qué haría yo en su lugar. Toda la perspectiva se dibuja desde el punto de vista de Victoria, quizás por eso, en esa escena final, he echado en falta saber más de Adam.Ese es uno de mis grandes peros, saber más desde el punto de vista de Adam. No sería yo si no me quejara de algo. Hace tiempo que sigo a Claudia Cardozo, y esta es una de sus novelas que más me ha gustado y, es posible, considere que se ha arriesgado más. Toca temas delicados, difíciles de hacer veraces, en algunos momentos, de puntillas, muy posiblemente, de forma intencionada. Unos personajes imperfectos, que sorprenden porque hacen cosas que no esperas de ellos, que en algunos momentos te defraudan. Pero me gustan, porque me hacen sentir y, como siempre digo, si algo me encanta es que una lectura, más sencilla o compleja, me transmita emociones. He disfrutado mucho de la lectura de esta historia, he sufrido en algunos pasajes, aunque previsibles, pero no por ello no me tenían el corazón en un puño, he sonreído con escenas tiernas, he suspirado con frases preciosas. Me gusta el estilo pausado de la autora y me ha sorprendido con algunas escenas que no recuerdo haber leído en otras de sus publicaciones.En resumen, «El abismo que nos separa» me ha gustado, pasa a ser de las tres que más me han gustado de la autora. Recomendar o no recomendar es complicado, ya sabéis que cada cual tiene sus gustos, pero creo que es una buena lectura cuanto te apetece leer una historia bonita, quizás no original, pero sí tradicional, con triángulo incluido, relaciones familiares, sacrificios y perdones, donde los personajes y sentimientos tienen más importancia que las grandes aventuras.Una historia donde el amor es lo importante.
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa