Con el comienzo de la nueva temporada, nuestros días serán cada vez más frescos y las noches más frías, por lo que siempre es aconsejable optar por un look en capas que pueda adaptarse a los diferentes climas que tenemos en una misma jornada. El abrigo será sin duda la pieza central de nuestro look por lo que aconsejamos tener especial atención a la hora de seleccionar uno, pues sin duda marcará el tono de nuestro outfit y definirá nuestro estilo.
Pensando en esto, René Martínez Covarrubias, Subdirector de Diseño de la Universidad Jannette Klein ha creado una serie de tips que te ayudarán a elegir, recuerda que siempre es posible encontrar uno que se adapte a nuestro gusto, nuestras necesidades y nuestro presupuesto.
Silueta: Independientemente del tipo de cuerpo que tengas, existen siluetas que son favorecedoras para la mayoría. Aquellos abrigos con silueta “A”, es decir, los que son ajustados del talle y abren ligeramente en la parte baja, así como aquellos rectos con un largo a la rodilla. Este largo es el mejor pues favorece también a personas de todas estaturas.
Estilo: Es mejor comenzar nuestra colección de abrigos con aquellos de corte clásico sin demasiados detalles que lo mismo puedas usar con ropa casual que con un look ejecutivo. Clásico no debe ser sinónimo de aburrido, por lo que puedes buscar algún detalle interesante en bolsas, botones, cuellos, y mangas. Recuerda también que existen abrigos de inspiración militar mucho más severos y estructurados, algunos de inspiración deportiva que nos recuerdan los campings en las montañas y algunos específicamente para ocasiones de gala con detalles decorados en pedrería, aplicaciones y piel de pelo. Recuerda elegir siempre uno con el que te sientas cómoda y que refleje tu estilo.
Materiales: aunque los abrigos más conocidos son aquellos hechos en paño de lana, existen otros materiales como el nylon, tejidos sintéticos y acolchados que pueden darnos un look más deportivo, mientras que los hechos en piel de pelo tendrán siempre un look más sofisticado. Es importante no encasillarnos dentro de una categoría pues actualmente las tendencias nos permiten unir referencias que parecen estar alejadas entre sí. Lo importante es poder estar informados sobre que piezas podemos combinar con el tipo de abrigo que ya tenemos.
Colorido: empieza tu colección de abrigos con piezas de colores básicos como camel, nude, negro, gris y azul marino, son colores que puedes combinar con todo. Las más arriesgadas pueden optar por conseguir un abrigo blanco, metalizado, estampado o con un contraste importante de texturas.
La mayoría de los abrigos están diseñados para no pasar de moda de una temporada a otra y son piezas que por el material en el que están diseñados, están pensados para durar.
Siempre vale la pena invertir en un buen abrigo o dos que puedas servirte a lo largo de varias temporadas.