El absurdo del canon de la SGAE

Hay algunas noticias que rozan lo ridículo. Esta semana aparecía en un medio de comunicación escrito una noticia conforme los peluqueros colgaban carteles contra el canon que la SGAE pretende cobrarles por poner música en sus peluquerías. Pretenden cobrarles entre 6 y 12 euros por tener puesta la radio, según si se trata de un local de menos de 50 metros (6 euros) o de menos de 100 (12 euros).
Si los peluqueros tienen que pagar por tener la radio puesta mientras trabajan, ¿tendrán que hacerlo el resto de empresas y negocios? Un empresa de oficinas en la que sus empleados gozan de música/radio a modo de hilo musical, una panadería, una tienda de ropa, cualquier empresa en la que se ponga la radio tendría que pagar el canon? Si es así, realmente las arcas de la sociedad de autores van a rebosar. Con todo esto, a mi personalmente me surge una duda. ¿No se supone que para que las radios pongan una música tienen que pagar el canon? Si es así, ¿no se cobraría el canon 2 veces por lo mismo, por el mismo propósito?
Con estas acciones en vez de fomentar una buena imagen que favorezca a que la sociedad esté a favor de esta organización y de sus reivindicaciones la Sociedad de Autores cada vez tiene una imagen más negativa, lo que definitivamente no ayuda a sus intereses.
Hay que tener en cuenta que según un estudio de Ocio Networks la SGAE es la entidad más odiada en internet, llegando a ser considerada como entidad a ilegalizar por más del 40% de encuestados además de que un 80% considera que tiene mucho más poder del que debería y que sería preciso cortarles las alas.
No voy a entrar en si las reivindicaciones de la SGAE son legítimas o si su fondo es correcto, pero sí que creo que no está yendo por el mejor camino para conseguir sus objetivos. Con este tipo de políticas restrictivas consigue lo contrario de lo que le interesaría, en vez de favorecer que la opinión pública esté a favor de los derechos de autor lo que hace es que cada vez más se cuestione los motivos y el sentido de esta sociedad y, con ella, de sus reivindicaciones.
Pedir a los peluqueros que paguen por poner música en su negocio me parece un absurdo, y más teniendo en cuenta que se trata de música de libre distribución, que cualquiera puede escuchar si tiene un aparato de radio. Dentro de poco pediran que cuando vayamos en coche y escuchemos música paguemos un canon o que no podamos silbar una canción sin pagar el canon correspondiente. Lo dicho, un absurdo.