El abuelo y los nietos

Se juzga en el presente relato, firmado por José Luis Salado, el papel de los críticos o, mejor, el papel del jurado de un concurso de cuentos. Quien lo escribe hace mención a José Nogales, fundador en Marruecos del diario "El lejano Occidente", colaborador en Huelva de los diarios “El Defensor”, “El Alcance” y “La Concordia” y en los últimos años, asíduo del suplemento "Blanco y Negro" y del diario "ABC". Al final del artículo, que aparece en la portada del diario, el autor termina reconociendo que todo lo hemos superado. ¿Serviría la misma crítica para el momento actual, donde uno de los premios mejor dotados, me refiero al premio "Planeta", sigue en entredicho al hacerse público el premiado antes de levantar la plica? Es decir, ¿conociendo los miembros del jurado, más o menos, a quien deben votar sí o sí?
El Diario Palentino Ya se ha hecho público el fallo del concurso de cuentos de "El Liberal". Fallo triste, pesimista, empapado de una amarga y lacerante melancolía. Los mismos señores del jurado -tres viejos: "Andrenio", Rodríguez Marín y Menéndez Pidal- han confesado su desilusión con cierta machacona insistencia. Y el Conde de Cerrajería, editor póstumo y desinteresado del famoso cuento de Nogales, acaba de sumarse a ese denánimo con una carta que ha visto la luz en el periódico tutelar del certámen aludido. "No doy a ustedes la enhorabuena por el resultado del concurso de cuentos. Se la doy por la idea, por el propósito, por todo lo puesto en juego para lograr el éxito; de ningún modo por el resultado. Lo acabo de leer, inconsciente, dejo caer de mis manos "El Liberal" con tristeza, con profunda melancolía". Todo , en la carta del ilustre prócer, tiene el mismo ritmo lamentable del párrafo copiado. .../ Y esto es lo triste del caso. Porque el lector ingenuo que por tales literaturas pasea su vista, habrá de pensar que en España, fenecido Nogales, no quedan ya escritores con la suficiente capacidad mental para escribir un cuento... .../¡Otro José Nogales...! No hay que sacar las cosas de quicio, señores del jurado. Nogales escribía muy bien. Escribía con claridad, con galanura, con elegancia no exenta de una severa y discreta sencillez. Todo esto es cierto. Pero no lo es menos que hoy -en que soplan más fuertes y más vivos que ayer los vientos del progreso- se escribe mejor que nunca. Como se baila mejor. Como se pinta mejor. Como se torea mejor. Como se ama mejor... José Luis Salado