Fragmento de la monografia: "El estilo de vida", de Maxi Elegido, Agosto de 2011.
[email protected]
Parques de Estudio y Reflexión, Punta de Vacas.
www.parquepuntadevacas.org
El
acceso a lo Profundo está pautado en la Escuela Siloísta en cuatro disciplinas,
que tienen procedimientos diversos. No es el interés de este trabajo centrarse
en los procedimientos sino en sus registros y significados.
Como se
explica en el material de Las Cuatro Disciplinas lo que es común en todas son los
registros esenciales que se obtienen. Esto permite el intercambio sobre la
ascesis sin mayores inconvenientes.
Las
cuatro disciplinas permiten el acceso al mundo de los significados. El
intercambio con otros indica que los significados develados tienen mucho que
ver con el Propósito fijado.
Como
sabemos el proceso está pautado en doce pasos, divididos en tres cuaternas de cuatro
pasos cada una(7)
.
En la
primera cuaterna entro al mundo de los significados, recorro y activo las zonas
de mi espacio de representación(8). En la segunda cuaterna saco los elementos
añadidos, pegados a la activación de la primera cuaterna. Vacío mi espacio de
representación de contenidos… y de
tensiones(9). En la tercera cuaterna, ya activado y sin añadidos, con resolución,
introyecto o proyecto el Propósito.
Esta
tercera cuaterna es el núcleo de la ascesis, comunica los espacios, lo personal
y lo social, uno y el mundo. Comprendo que el mundo no es el problema sino
parte de la solución (10)
.
Para
formar la secuencia del trabajo con la Ascesis busqué los momentos más significativos
de la Disciplina: los registros que más me activaron en la primera cuaterna,
los momentos en los que tuve más vacío o relajación en la segunda, y me centré
en la tercera cuaterna.
Esta
construcción, con la práctica y repetición, como una suerte de
auto-transferencia, se va simplificando más que complejificando(11). Los
indicadores que tomo son la expresión del Propósito y la disminución de las
tensiones permanentes. La resolución en cada práctica me acerca al estado de
trabajar la ascesis “como si fuera la última vez”, tratando de alcanzar un tono
alto y sin tensiones.
Los
significados aparecen después del trabajo, vienen acompañados de traducciones, de
imágenes. Observo si ha habido modificación de registros, si el mundo lo
percibo con variaciones o coincidencias. Esta labor la experimento parecida a
la del arqueólogo. Al principio es un hueso, una piedra, una moneda, estos
objetos son similares a otros, pero mirándolos
con detenimiento percibo diferencias esenciales. Con descubrimientos posteriores
puedo reconstruir, en base a estos restos, signos o una escritura, y es posible
develar una cultura o una civilización. La ligazón de los significados es el Propósito,
es la unión que me permite seguir develando, es el trasfondo que me avisa de si
me desvío o de si avanzo.
Ocurre
que en la ascesis se tienen experiencias importantes con registros novedosos que
tienden a ser priorizados por encima de los significados. Por ejemplo, si uno
ha tenido una zona del espacio de representación anestesiada por mucho tiempo,
puede pasar que al volver a transitarla ésta se active, dándome registros muy
satisfactorios para mí. Estos registros van acompañados posteriormente por
comprensiones importantes. Si priorizo el registro sobre la comprensión, puede
suceder que en ocasiones posteriores vaya buscando esas mismas sensaciones.
Pero esa zona ya se ha activado, va integrándose con el resto, y tenderá a no
dar esas señales. Pasa lo mismo con un músculo “dormido”. Al activarlo da señal
muy clara al comienzo, para luego normalizarse. En el ejemplo descrito me guío
sobre todo por la comprensión realizada.
Las
tensiones permanentes disminuyen y contrariamente a lo esperado se producen desencajes.
El tono de trasfondo que uno tiene habitualmente es de tensión, y si éste se va
modificando lo experimento al comienzo con inseguridad, como una pérdida de identidad.
Es algo así como “yo soy mis tensiones” Aquí el mundo ayuda, como veremos en el
estilo de vida, pues es corroborando en el mundo un estado diferente como se
fija, y puedo seguir avanzando en la ascesis. El Propósito empieza a ser más
tangible, el corazón empieza a des-anestesiarse, de la profundidad hay algo que
empieza a radiar suavemente pero con potencia creciente. Un nuevo centro. Uno
se va desprendiendo de tensiones, de sensaciones, de la mirada, de la perspectiva,
todo se aquieta, se silencia, me desapego, me entrego. Busco pero no espero
nada, voy siendo acogido.
Esto,
dicho en un párrafo parece fácil, pero no lo es, como bien saben los que se
ponen a la tarea. Ir a lo Profundo sin llevarse nada es paradojal. Pareciera
que distenderse es querido por uno, pero mis tensiones son una parte de mí de
las que no quiero desprenderme, me dan identidad, son el motor de muchos de mis
intereses. Si hablamos de “sensaciones” la cosa se complica, sobre todo si son
placenteras. Las miradas, la perspectiva -más intangible y volátil- complican
el asunto.
Lo puedo
llamar perspectiva o copresencia o trasfondo. Vemos artistas que evidenciaban
estas “atmósferas” en sus cuadros. Así, Rembrandt pintaba la luz, Velázquez el
aire o Leonardo la insinuación. Descubrir la perspectiva copresente que opera
en mis miradas tiene de interés que permite aflojarla.
Esta
entrada, este desequilibrio, o leve trance, o suspensión del yo, no lo controlo
yo. Pero puedo quererla profundamente y crear condiciones para el tránsito. Pero
la construcción sigue adelante, algo va desarrollándose mientras la contracción
disminuye.
Al
finalizar el trabajo de ascesis retomo la vigilia habitual requerido por mi
cuerpo, por el mundo. Percibo registros que no estaban antes, surgen imágenes
que me llevan a algún lado pero lo que quiero captar son los restos del mundo
de los significados. Me ha costado el no preguntarme si he llegado o no a lo
Profundo, creo que la expectativa es de las tensiones más difíciles de aflojar.
Lo que es cierto es que después de trabajar pulcramente y con resolución la
ascesis, cuando busco modificaciones en mí, las encuentro. Creo que esto es lo
esencial, y experimento que estos significados vienen de lo Profundo, no
estaban antes.
Observo
qué modificaciones ha habido cenestésicas y kinestésicas. A medida que se trabaja
se percibe como el espacio de representación y la cenestesia, pueden ampliarse.
Y según va despejándose la kinestesia de tensiones y sensaciones se facilita el
acceso a la profundidad (12). Habrá que verificar estos registros en el mundo. En
lo profundo el tiempo es diferente al de calendario. El tiempo sagrado, eterno
y detenido, sin forma, siempre deja un lío a la conciencia. Mi conciencia trata
de estructurarlo pues se entrecruzan futuro, presente y pasado. Cuando surgen
imágenes donde están los tres tiempos, o sentimientos que fueron, son y serán,
es el aviso de un significado a develar. Intuyo que este Tiempo me trasciende y
antecede, altera la conciencia y la transforma. Hay que verificarlo… pero voy
paso a paso.
Hoy es
una gran alegría, otro día es una suave lucidez que conecta todo, ayer tomo conciencia
de lo humano que hay en mí. Estos registros unidos con otros van develando los
modelos profundos, que a su vez son síntesis de significados. El Guía interno,
La Pareja ideal, La Protectora de la Vida… son ejemplos de esto(13)
.
Estas
síntesis de significados, se componen de varios registros. Por ejemplo, el Guía
interno me da fuerza, sabiduría y bondad, pero a su vez hay una forma, un
“tipo” de fuerza, un “tipo” de sabiduría(14) y así siguiendo. Además, me
alienta en mis aspiraciones, me protege y me impulsa en una dirección.
Y hay
modelos que construyo con significados que se van develando, como el Modelo Social,
donde se sintetizan significados con características personales. El Propósito
se des-envuelve. Lo social y el mundo son de gran ayuda para la verificación,
construcción y fijeza de estos registros y significados.
---
Notas:
7. Es complejo ver las equivalencias entre las disciplinas paso a paso, y además no tiene por
qué ser coincidente, pero en general si puedo captar lo común que produce cada cuaterna, y
se describe un posible ordenamiento de registros que es el que he seguido.
8. El paisaje de formación creó en mí un comportamiento de evitar unas zonas del Espacio de
Representación y priorizar otras. No hablo sólo de unos comportamientos de avance o
retroceso frente al impedimento, sino de una sensibilidad que se activa cuando se activan los
intereses, o porque los puedo alcanzar, o porque creo que peligra su consecución.
9. Para poder relajarme tenso previamente, y cuando produzco distensiones profundas puedo
llegar a representarme la propia muerte. La muerte, el vacío y la distensión están muy
relacionados.
10. Antecedentes de la Disciplina Morfológica, Mariana Uzielli (Anexo, pág. 96):
“Al observar mi conducta en el mundo pude reconocer cómo se manifiesta mi espacio de
representación en la vida y la vuelta de lo mismo: la vida o el espacio de representación de
los otros influyendo o devolviendo mi acción y cambiando mi medio interno para bien o para
mal. He aquí un ejemplo: en una ocasión, sin siquiera proponérmelo, al estar en una reunión,
pude ver mi comportamiento como si lo viera de afuera, desde los otros y pudiendo casi
“sentir” el registro de los otros frente a mi comportamiento.
11. Las primeras veces del trabajo en transferencias, el paisaje era barroco, recargado, muchas
tensiones que se traducen en imágenes. Después, el paisaje es más limpio. No es que se
pierdan contenidos, se integran y se gana en profundidad.