Cada año tengo que refrescar mis conocimientos navideños y asegurarme que el muérdago es el de los frutos blancos y el acebo, el de los frutos rojos.
El muérdago es el que se lleva el premio a la antigüedad ya que lo incorpora la tradición celta y, también, es el adorno “romántico” por excelencia. El Dios Balder es el responsable de lo del beso, cuando estás debajo …
En cambio, el acebo es el responsable de la tendencia decorativa de la Navidad desde… la Edad Media.
Precisamente para eliminar los rastros de los cultos “paganos”, cambiaron el muérdago, blanco (y celta), por el acebo, rojo…
Y con esta acción, el rojo y el verde se convirtieron en los colores principales de esta época del año.
El verdadero gurú de la decoración navideña es el tipo que, en el siglo V, se decidió por el acebo (rojo!)…
NB : Antes de escribir este post, he tenido que verificar los colores de cada uno… A ver si el año que viene, ya sí…