El sábado jugaba el Real Madrid su segundo partido de liga, primero en el Santiago Bernabéu, y se pudo comprobar que el césped estaba en bastante mal estado en alguna zona determinada. El jardinero galáctico del estadio madridista, Paul Burgess, asegura que la hierba estará mal dos partidos más y que todo se debe a la avería de uno de los tractores que utilizan para el cuidado de la misma, y que vertió aceite en el terreno de juego, quemando toda la zona afectada. Una desgracia que puede pasarle a cualquiera...
Pero resulta que el Camp Nou, mes que un estadi, igual que el Barça es mes que un club, tiene problemas importantes tambien en su tapete verde. Tanto en el partido liguero contra el Hércules como en el de esta noche con el Panathinaikos, se levantaban los tepes de césped de manera alarmante. La sorprendente explicación del club culé es que el césped del Camp Nou... ¡tiene síndrome postvacacional! No sé si habrá fito-psiquiatras o algún especialista por el estilo para curar al deprimido césped, pero lo que sí creo es que el portavoz del Barça, o nos ha querido tomar el pelo, o alguien se lo ha tomado a él...