El estilo de la selección española, se ha fundamentado, desde que Luis Aragonés apostara por jugadores de calidad en la parte de arriba del equipo, por el buen trato de balón y una gran capacidad asociativa. Sin embargo, para competir, tan importante o más que esto ha sido la fortaleza defensiva mostrada, lo que le permitió ganar partidos con poca eficacia goleadora.
En portería, esta seguridad, hasta el Mundial de 2014 la había dado Iker Casillas, capitán de la selección y del Real Madrid y uno de los porteros más respetados del mundo. Esta situación cambió con los problemas que acaecieron en su club en su relación con José Mourinho, motivados por temas extradeportivos pero que acabaron teniendo consecuencias, la principal de ellas la suplencia de Casillas. En la selección Del Bosque optó por no hacer cambios, con lo que siguió siendo titular indiscutible. Al Mundial de Brasil llegaba con grandes dudas, tras su floja actuación en la final de Champions League. Para el recuerdo quedan grandes actuaciones como el penalty parado a Paraguay o la milagrosa estirada a tiro de Robben en la final del Mundial 2010. Se ha perdido la confianza en el portero.
El lateral derecho normalmente era de un perfil más defensivo que el izquierdo aunque Sergio Ramos, sobre todo en la Eurocopa del 2008, en la que fue muy criticado, se proyectaba en ataque con asiduidad. No así Arbeloa, especialista en marcajes individuales a extremos rivales, de los que dio una verdadera demostración en la Eurocopa 2012. Azpilicueta, se ha quedado a mitad de camino, no ha conseguido blindar su banda, como lo demuestra el primer gol encajado contra Holanda, ni ha llevado el suficiente peligro por su banda como para justificar su bajo nivel defensivo.
Por la izquierda, los jugadores que han ocupado esta demarcación, si que han tenido más libertad para subir, con todo Capdevila se aplicaba en defensa y era un buen complemento al juego aéreo, un aspecto preocupante a balón parado. Jordi Alba llegó a la Euro 2012 en plenitud física, recién reconvertido al lateral y dio una demostración de subir y bajar la banda. Este año, tras una irregular temporada, no ha sido capaz de ser incisivo.
El centro de la defensa ha sido un pilar inquebrantable sobre el que construir una base sólida. Desde Puyol y Marchena hasta Piqué y Ramos han demostrado anticipación, buen juego aéreo y una capacidad de concentración que hacía que se concedieran muy pocos errores. En esta última cita brasileña, esto ha dado un giro de 180º, los graves errores individuales propiciaron que el resto de cualidades brillaran por su ausencia y condicionaron el juego del resto de la selección.
Senna fue uno de los nombres propios de la Euro 2008, se reveló como un pivote defensivo de primer orden, con una capacidad espectacular tanto física como táctica. La solución de Del Bosque para el centro del campo fue doble, Busquets y Xabi Alonso, aunque en ocasiones fueran criticados, se acabaron imponiendo a los centros del campo del resto de las selecciones por su gran sentido táctico, sin embargo, en Brasil les ha tocado multiplicarse y se han visto sus carencias físicas, sobre todo las de Alonso, jugador ya veterano.
Una vez quebrada esta seguridad, el resto del juego de la selección no ha podido desarrollarse, el primer objetivo de la nueva era debería ser recuperarlo, renovando tanto nombres como, sobre todo, táctica.