El ácido hialurónico como hidratante: ¿verdad o engaño?

La ya famosa huella estética es uno de los mayores temas de debate. Alude a los cambios fisiológicos que se pueden advertir en el rostro o en otras partes del organismo a medio o largo plazo. Como ejemplos, tenemos los rellenos de colágeno que pueden dar lugar a labios poco armónicos, los neuromoduladores como el bótox o las infiltraciones de ácido hialurónico.

A priori, el discurso habla de que sustancias como esta última se reabsorben sin dejar residuo en el organismo, pero son cada vez más los casos que demuestran lo contrario. ¿Es un problema del propio ingrediente, el ácido hialurónico, o es culpa de los procedimientos en sí? Y lo que es más preocupante: de tener que evitarlo inyectado, ¿implica esto que tampoco podemos aplicarlo por vía tópica a través de nuestros cosméticos?

¿Deja el ácido hialurónico huella estética?

Sí y no, parece ser que la clave para que suceda o no está en cómo se utiliza. “El ácido hialurónico aplicado sobre el rostro mediante serums o cremas no deja huella estética. De hecho, si no se aplica de forma continuada, los efectos de relleno por los que es tan famoso desaparecen rápidamente”, explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga de Byoode.

Sin embargo, cuando lo inyectamos para conseguir efecto relleno, la historia puede ser muy diferente. “No tiene por qué ocurrir, pero si se hacen rellenos de ácido hialurónico asiduamente, en ocasiones se puede llegar a encapsular al recibirlo nuestro organismo como un cuerpo extraño. Si esto ocurre, puede haber alteraciones en la silueta facial o consecuencias más incómodas que pasan, incluso, por procesos inflamatorios”, añade Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.

¿Actúa igual el ácido hialurónico aplicado que el inyectado?

Aunque es el mismo ingrediente, en realidad no tiene nada que ver a efectos prácticos. “El ácido hialurónico es un polisacárido presente de forma natural en el cuerpo humano, pero sus niveles se reducen cuando avanzamos en edad. Bajos niveles de ácido hialurónico pueden dar lugar a sequedad en la piel y a signos de la edad”, explica Marta Agustí, directora dermocosmética de Boutijour. Para equilibrar estos niveles, podemos optar por dos vías: aplicarlo por vía tópica o mediante inyectables. “Aplicado sobre la piel, mejora los niveles de hidratación gracias a su capacidad para humectar y por ser un imán de la humedad ambiental. Con un uso continuado, la piel se equilibra y se va reduciendo la sensación de arrugas o finas líneas. Para que deje aspecto de piel jugosa y rellena, es necesario trabajar con cosméticos con diferentes tamaños moleculares que actúen en las diferentes capas de la piel”, sostiene Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.

En cambio, cuando lo inyectamos, aunque habrá hidratación en las zonas localizadas, sobre todo, “lo que se apreciará será un incremento en los volúmenes que se quieran realzar. Mientras que con cosméticos mejoraremos con hidratación, con rellenos modificaremos las formas faciales”, defiende Mireia Fernández, directora dermocosmética de Omorovicza.

¿Nos debe preocupar el ácido hialurónico?

Podemos estar totalmente tranquilos cuando se trata de su uso en cosmética. Para Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari, “es un ingrediente que favorece a todos los tipos de pieles y es un básico para mantener equilibrados los niveles de hidratación de la piel”. Además, no dejará huella estética porque “se queda en capas superficiales de la piel y no llega a penetrar al torrente sanguíneo. Sus efectos, para bien y para mal, son bastante inmediatos”, añade Natalia Abellán, directora dermocosmética de Rosalique.

Si queremos una piel con efecto relleno, pero sin complicarnos, “debemos usar cosméticos con ácido hialurónico de forma continuada y también nos beneficiarán los suplementos ricos en este ingrediente”, propone Sole Urrutia, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme.

Eso sí, si lo que quieres es acudir a rellenos de ácido hialurónico para resaltar volúmenes de zonas como los pómulos o el labio o reducir surcos, “los rellenos de ácido hialurónico pueden ser una opción. Aquí, hablamos de relleno intradérmico que, normalmente se absorbe pasados de 3 a 6 meses. Aunque puede haber casos aislados en los que se quede algo de encapsulamiento. De suceder, habrá que acudir a determinados procedimientos que permitan acabar con los residuos y con la posible infección, de ocurrir”, plantea la cosmetóloga y biotecnóloga de Byoode, Sonia Ferreiro. “En algunos casos, el ácido hialurónico se podrá disolver con hialuronidasa sin que el problema tenga que pasar a mayores”, añade.