“La situación es cada día peor”, describe Alexeyev, que fue detenido con Kiselev en febrero en unas protestas en contra de una polémica legislación que prohíbe la “propaganda de la homosexualidad” a los menores de edad. La comunidad gay había alegado entonces que la ley no detalla lo que refiere como “propaganda” y que su interpretación podría derivar en la censura de simples expresiones culturales vinculadas con la homosexualidad.
La persecución contra los opositores, explica Alexeyev, ha empeorado a raíz de las protestas en contra de la política del presidente ruso Vladimir Putin convocadas entre el 6 y 9 de mayo pasados. “Pese a que en la organización habíamos intentado permanecer al margen de la protesta política, él [Kiselev] fue a muchas de las manifestaciones como cualquier ciudadano”, describe Alexeyev. “Hay razones de sobra para pedir asilo”, comenta. El Gobierno ruso, afirma, ha aumentado la represión para "evitar que se unan más personas a la oposición". "Cada vez hay más gente en las manifestaciones. Estas detenciones funcionan como una advertencia".
El activista llegó a España en julio y se encuentra en Barcelona. El Gobierno español decidirá su situación el 24 de agosto, explica Alexeyev.
Fuente: ElPaís