El actor Ilay Kurelovic nos cuenta su estilo

Entrevistamos al actor Ilay Kurelovic.

“En el calzado no arriesgo y prefiero ir sobre seguro”
Atractivo, cautivador, inteligente, buen conversador y guapo a rabiar. Ilay Kurelovic está a medio camino entre el amigo con el que irías de cañas durante horas, el malote que vuelve locas a las chicas y el hombre encantador y súper educado que toda suegra desearía como yerno. Habíamos visto en cine al actor y modelo de origen argentino, pero ahora también podemos disfrutarle en la pequeña pantalla con su fichaje para la exitosa ‘Cuéntame’.

Además realizó una colaboración con nosotros para la campaña de Primavera/Verano 2019 de Pitillos. En esta ocasión, nos cuenta cómo viste y sobre todo cómo calza… Y si estás pensando que, por dedicarse a lo que se dedica, sus outfits están súper estudiados para cada foto, quizá te confundas. Prefiere apostar por looks que están a salvo de los vaivenes de la moda.

¿Ilay, qué es lo que más valoras en un calzado?
Desde luego busco que sea bonito, me tiene que gustar estéticamente para llevarlo. A la vez tiene que ser cómodo, porque mis jornadas de trabajo pueden ser muy largas, en ocasiones salgo de casa a primera hora y vuelvo de noche. Pero, en cualquier caso, siempre busco que sea un modelo atemporal y con un cierto aire de clasicismo, que perdure en el tiempo y esté a salvo de tendencias. En el calzado no arriesgo y prefiero ir sobre seguro.

¿Cómo definirías tu estilo?
Casual urbano. Me explico: habitualmente visto de un modo informal y me gusta jugar a contraponer estilos. Soy muy de llevar un vaquero con un zapato clásico o una americana con deportivas.

¿Eres de los que se visten por los pies?
No… salvo que tenga una pieza muy especial que me condicione el outfit.

¿Cuáles son tus básicos, los imprescindibles sin los que no sales de viaje?
Depende de la temporada. En verano, tejano o chino, camiseta blanca de algodón y zapatillas clásicas. En primavera le añado una cazadora de cuero vintage que adoro y tiene como 300 años. Y en invierno no pueden faltarme un cuello vuelto y unas botas sin cordones. Ah, y mis gafas de sol de tipo aviador.