Revista Viajes

El Acuario de Gijón (I). La Visita

Por Esparcer @Esparcer

Una de esas visitas casi obligatorias en Asturias, es el Acuario de Gijón, inaugurado en 2006, sobre todo si tienes hijos e hijas, pero por supuesto esto no es obligatorio para sumergirse en el viaje que nos propone.

El Acuario de Gijón (I). La Visita.

Vista del Acuario de Gijón

Con sus 60 acuarios nos invita a recorrer las aguas del mundo y conocer a sus habitantes, empezando por el río cantábrico, que desemboca en la costa,  para seguir a aguas de mar abierto del Cantábrico que nos llevarán a su vez al océano Atlántico, para de él pasar a los mares fríos y luego recuperar temperatura disfrutando de los arrecifes de coral en el Indopacífico y el Mar Rojo antes de asombrarnos con el Oceanario del que pasaremos al Atlántico Este para finalizar nuestro periplo arribando al puerto asturiano

El Acuario de Gijón (I). La Visita.

Acuario de la zona de los Arrecifes de coral (ojo, salpica...)

Además, en el camino iremos encontrando otras paradas no menos interesantes, como los estanques de la zona Toca-Toca, donde podremos sentir el tacto (siempre con cuidadito y respeto) de los erizos de mar, (los oricios) o las estrellas. También de los peces, pero eso, ya es un poco más difícil. En cualquier caso, es una de las zonas más divertidas para la gente menuda y en la que haréis una parada tanto para tocar como para ver rayas y otros habitantes marinos muy de cerca gracias a las burbujas de visión que nos permiten acceder al acuario por debajo.

El Acuario de Gijón (I). La Visita.

Vista general de la zona Toca-Toca.

Los cuatro pingüinos justo antes de llegar al gran acuario que alberga tiburones y tortugas, o las dos nutrias que tienen un lugar destacado en la zona del río cantábrico así como las tortugas que podemos tener en casa, ponen el contrapunto a los peces. También podremos ver en nuestro camino una pequeña muestra que bajo el título “Acuario oculto” nos da una idea de lo que hay detrás de los acuarios, de cómo se cuidan y mantienen los peces, etc. Y seguro que no os resistís a sentaros en su auditorio y contemplar el acuario que el escenario tiene como fondo.

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Uno de los pingüinos del Acuario de Gijón

Pero evidentemente, nada roba protagonismo a los tiburones y el inmenso acuario en el que viven y que podremos ver desde distintas perspectivas, incluso pasaremos por debajo y tendremos ocasión de ver cómo los tiburones surcan, como si volasen, sobre nuestras cabezas. Iremos viéndolo por distintas ventanas, a distintas alturas, incluso hay una ventana para niños y niñas, porque a papás y mamás, nos queda más bien baja, así que junto a esta hay otra adecuada a nuestra estatura. Veremos el Oceanario casi a ras de suelo, contemplando la altura de las paredes, o desde arriba calculando la profundidad… no te podrás quejar de que no te haces una idea de la inmensidad marina.

El Acuario de Gijón (I). La Visita.

Raya y tiburones en el Oceanario del Acuario de Gijón

Esto no quiere decir que el resto del acuario sea para pasar corre que te corre ¡ni mucho menos! Busca, y encontrarás. Verás a Nemo y todos sus amigos, a la señorita Puff, la profesora de Bob Esponja, e incluso puede que el mismo se cuele a cazar medusas, las cuales tienen su propio acuario giratorio, ya que si el agua no se mueve, ellas tampoco. Las pirañas no te parecerán tan agresivas, te preguntarás si esa langosta es así de grande o el cristal hace efecto lupa, buscarás a los pulpos, que quizá estén escondidos, y a los rodaballos, a los pequeños caballitos de mar, agarrados a un alga con su cola, te asombrarás con algún huevo de raya, por ejemplo en el que al trasluz podrás ver el embrión con su placenta…

El Acuario de Gijón (I). La Visita.

Caballitos de mar, Pez Globo, Medusas, Rodaballo y Pez Pallaso.

(Si quieres ver mas grandes las fotos del Acuario de Gijón, recuerda que solo tienes que hacer clic sobre ellas)

Y esto solo por citar algunos de los 5.000 animales de 250 especies que viven en el acuario entre peces, invertebrados, mamíferos, reptiles, pájaros y anfibios, sin olvidarnos por supuesto, de la flora, que no solo fauna encontramos en el fondo del mar.

El Acuario de Gijón (I). La Visita.

Y si hay suerte (o planificas bien tu visita) puedes ver comer a las nutrias, a los pingüinos y a los mismísimos tiburones. En taquilla te podrán informar de los horarios, pero para mayor seguridad, puedes llamar al acuario e informarte si tu intención es hacer coincidir tu visita con la alimentación de estos animales.

No lo pienses y pásate por el Acuario de Gijón, siempre respetando a los animales. No hagas ruido, pues lo notan y no saques fotos con flash, ya que es perjudicial para ellos. No golpees el cristal ni toques el agua si el está al alcance de tu mano... bueno, ya sabes, salvo en la zona Toca-Toca 


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