Revista BRUTAL
Mario Gabriel Filgueira ha pasado a otro plano. Se fue con los mejores peinados, los que hacían los Peinados Yoli y nutrido por el mejor Caviar. Los artistas tienen ese de la eternidad. Porque en la fibra mas profunda de los espectadores queda el momento de la risa, la emoción, el desconche, la pluma bien puesta, el guiño efímero que hay que saber pescar.
Las fotos que comparto en esta nota fueron inocente testigo. Transcurría la Marcha del Orgullo del año… no recuerdo, quizá 2013 o 2014. En alguna calle menos concurrida, Mario se preparaba para sumarse a la Marcha. Dos asistentes lo ayudaban. En momentos mas, su pantalón de gimnasia y su gorra dejarían su cuerpo para terminar de mostrar a esa bella mariposa que tan bien sabía volar.
Mario será por siempre un ícono de las noches queer de Buenos Aires. Y de…
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