Revista América Latina

El adiós al chavismo de un tal señor

Publicado el 01 octubre 2015 por Jmartoranoster

Flavia Riggione.

 Es un atrevimiento éste de escribir sobre un artículo de un intelectual, nada menos que filósofo, y para mí, casi un desconocido, como no sea por artículos que ha publicado en este portal.
Si hubiese que clasificar este artículo yo diría que es demoledor cuanto menos. Irrespetuoso al máximo, no sólo con los que gobiernan, a los cuales tilda de ignorantes e indiferentes “jamás entendieron lo que es un paso a favor de la alegría colectiva, ni tampoco les interesó en lo más mínimo”… Cuando declara que lo que prevalecen son “ansias desesperadas por tomar el control de las rentas de riqueza que deja el subsuelo sortario,” metiendo en un bojote a Raimundo y todo el mundo.
Realmente quedé impactada negativamente por este análisis me atrevo a calificar hasta de caprichoso, superficial, arrebato de niño consentido, y no entiendo a los compañeros que lo apoyan, ahora incluso entre los más leídos, junto a otros que en cambio lo mandan al ca…
Yo también quedé extrañada por el último Con el Mazo Dando, cuando el Diputado Cabello menciona a su familia, sus juegos infantiles, muestra fotos de su niñez, etc. Pero a mí, a pesar de que no es santo de mi devoción, al contrario del malestar que le produce a Denis, me pareció una honesta estrategia comunicacional, un intento de acercarse al pueblo: mostrar el amor a su madre, a sus seres queridos, el árbol de mamón, el más grande de por ahí, la casa de sus padres convertida ahora en sede de música para los niños y adolescente de el Furrial. Una manera de ser visto por el público televisivo como más humano, no el hombre rígido que siempre muestra, no el que anda por toda Venezuela denunciando, señalando, atacando con agudísimas palabras cual saetas al enemigo. Como cantaba Chávez: no soy monedita de oro. A algunos les gustará, a otros como yo les extrañará, a otros los horrorizará.
¡Cómo me gustaría que Mario Silva en su Hojilla comente sobre este artículo! Considero que sea de obligatoria discusión. Hasta el mismo Presidente de la Asamblea Nacional en su programa, y, por supuesto, hasta en Cayendo y Corriendo.
No estoy negando lo del sustrato gansteril del cual escribe repetidas veces el compañero en cuestión. Es una olla tapada a punto de explotar. Y tengo informaciones antiguas de amigos honestos, sinceros, de que el mismo Chávez sabía de la corrupción en su entorno y la manipulaba a su favor, o más bien, a favor de la revolución. No digo más. No me gusta escribir sobre lo que no me consta. Sólo lo presumo, lo intuyo, por las evidencias que están a la vista. ¿Las últimas? El Alcalde Bolivariano del Municipio Caroní, en el estado Bolívar, detenido por presunta corrupción.
Yo también entro en la categoría de que si me preguntan si sigo siendo chavista, de las que no sabré contestar. Pero al contrario, no obstante todo, yo prefiero decir que SI. Porque entiendo lo de la guerra económica accionada por la derecha, por los empresarios, pero también me resuena la frase de Denis : “familias enteras que pagan con su esfuerzo y sacrificio los que otros han desfalcado”. Porque no hubiese guerra económica si no existiese la revolución y una clase social poderosa que se resiste a perder sus privilegios y que le ha hecho la guerra desde sus comienzos.
Pero… ¿cómo no ver, por ejemplo, los logros de la Misión Vivienda? Ahí ¡hay alegría colectiva! De los poseedores de cada vivienda, y de los de afuera, venezolanos, que nos complacemos por estarse repartiendo con los necesitados la riqueza nacional.
En definitiva, señor Denis, no me gustó la forma, por supuesto no comparto gran parte del fondo. Vomitó toda su rabia, su frustación, su gran decepción, su desencanto. Aquí reclamo la frase que usaron los escuálidos en algún momento: me pareció un “izquierdista trasnochado”. Todo, como usted mismo dice, muy mezclado lo político con lo personal, muy emocional, de forma totalmente irresponsable y grosera con los millones de venezolanos que creemos en el chavismo, que nos enamoramos de la revolución por el personaje Chávez que puso en palabras nuestros sentimientos, nuestros sueños, nuestras angustias, y buscó y luchó hasta la muerte por la solución, actuando como usted dice, radicalmente. Por un gran Presidente, el único mandatario que he podido oír por horas y horas.
Y no me animo a otra revolución diferente, esa a la cual ya usted está llamando, prefiero que todos los chavistas de corazón, específicamente el Gobierno chavista y bolivariano, trabajen y aprovechen todo el esfuerzo hecho, rescatar lo bueno que sí hay mucho, trabajar para rectificar, depurar el sustrato gansteril como usted lo llama, la corrupción, la ineficiencia, los enchufados, trabajar por la urgente revolución cultural en el pueblo que no se ha dado, y si… nosotros seguir soñando, buscando la luna roja, esa luna como la de ayer. Por cierto, no lo imagino a usted, tan exquisito, casi sifrino, luciendo nunca jamás una franela roja. No se trata de una crítica, a mí tampoco me gustan las franelas rojas! Profesora e investigadora (J) Titular de la UCV.
 [email protected] Flavia Riggione

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