Revista Espiritualidad
EL ADN (ácido desoxirribonucleico) es un componente vital para la existencia como entes biológicos. El mismo posee la información que repercutirá en quienes somos y como nos veremos. Es increíble y maravilloso el como algo imperceptible a simple vista, pueda aportar tanto a nuestro ser. Pero quiero hablarte de otro tipo de ADN. Seguro ya te la habrás llevado por el título. El amor es una de las fuerzas que transforman. Es un principio que va más allá del puro sentimentalismo producido por química. Va más allá de lo que las mariposas en el estómago puedan decir. El amor es acción y decisión. No sé si me levante romántico o espiritual hoy, pero puedo decirles que el ADN del amor transforma. Según la calidad del mismo, así será la de nuestras relaciones. Un ADN defectuoso provoca mutaciones que pueden poner en peligro nuestra existencia. Así, el ADN del amor, si es defectuoso, afectara nuestro acercamiento con los demás y nuestra percepción personal. Podemos definir claramente el significado del ADN del amor: (A) Amar (D) Decididamente (N) No mas J
Así como Dios ha mantenido el ADN para la preservación de la especie; igualmente puede mantener, fortalecer o reparar tu ADN del amor hacia ti mismo y hacia los demás. ¿Cómo? Como le paso a Peter Parker (Si, si, una comparación rara; jajaja) cuando fue mordido por la araña genéticamente modificada y las cualidades de la misma se insertaron a su código genético… en otras palabras, y siendo más realistas; permitiendo que la esencia de Dios se integre al código espiritual y moral para que tu ADN del amor se fortalezca. Sería interesante probarlo y vivirlo.