Revista Historia

El ADN neandertal que nunca llegó a extinguirse

Por Ireneu @ireneuc

El ADN neandertal que nunca llegó a extinguirse

Cruce entre especies

El hombre de Neanderthal se ha tomado, desde que se descubrió a mediados del siglo XIX, como el prototipo del hombre primitivo, cabezón, feo, rudo, desgarbado, asalvajado y cuantas más lindezas (a cual peor) se le pasen por la cabeza, hasta el punto que -desde el punto de vista de la sociedad actual, evidentemente- si no se extinguieron antes fue por pura pena. Esta arrogancia que demuestran los "adonis" y "superinteligentes" Homo sapiens actuales para con los neanderthalensis es de auténtico psicoanálisis y más si -como sabe bien mi amiga, la periodista Gemma Aguilera-, más allá del aspecto físico, el registro paleoarqueológico indica diametralmente lo contrario. Con todo, el sentimiento de vehemencia del sapiens ante el extinto neandertal existe en realidad, talmente como aquel que, sabedor de su éxito, mira al pariente arruinado con desdén y prepotencia. No obstante, tal vez tendríamos que ser un poco más humildes dado que, aunque parezca mentira, por nuestras venas también corre sangre neandertal: los "casquetes" que se echaron los unos con los otros tienen la culpa.

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Wilma, la neandertal

El hecho de que los neandertales se corrieran sus juergas sexuales con los sapiens, se mire como se mire, habla mucho en favor de los neandertales y poco en favor de los sapiens. Que una especie poco agraciada desde nuestro punto de vista actual -como el Neandertal-, pero perfectamente adaptada al durísimo clima imperante en la Europa de la última era glacial, se enamorara hasta las trancas de un estilizado y proporcionado espécimen de sapiens extranjero, no deja de ser hasta cierto punto normal, sobre todo si sabemos que, a pesar de su rudeza, tenía un cierto gusto por la armonía y la belleza. Por su parte, que un sapiens se "cepillara" a un neandertal, conociendo al ser humano actual, tiene más posibilidades de ser un "lo que sea, oiga, lo que sea" o una apuesta entre borrachos que una atracción sexual real.

El ADN neandertal que nunca llegó a extinguirse

Corre neandertal en nuestro ADN

Sea uno o sea otro, la realidad es que neandertales y sapiens tuvieron relaciones entre ellos hasta el punto de que ha permitido que, en los hombres actuales (y mujeres, que también entráis en el pack), se haya encontrado entre un 1 y un 4% de ADN de neandertal. Pero...¿cómo puede ser esto? ¿no habíamos quedado en que se habían extinguido sin dejar descendientes? ¿somos una especie híbrida entonces? Sí y no. Ahora se lo explico.

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Comparativa

Quién más quién menos sabe que especies muy cercanas, pueden llegar a copular, pero que no siempre tienen descendencia fértil. Tal es el caso de caballos con asnos, o con cebras, o leones y tigres, etc., los cuales, a pesar de ser el fruto de la mezcla de dos especies, las incompatibilidades entre unos y otros hacen que sus descendientes no tengan capacidad de engendrar nuevos vástagos. En el caso de los neandertales y los sapiens, el asunto es exactamente el mismo: por mucho que le dieran gusto al cuerpo y criaran híbridos, estos descendientes serían estériles... o no.

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Distribución de los neandertales

Efectivamente, según los investigadores, aún a pesar de que sapiens y neandertales se habían separado hace unos 600.000 años y, de facto, eran especies diferentes, no eran incompatibles al 100%, sino que aún tenían una mínima (pero muy mínima) capacidad de engendrar progenie fértil. Y la tuvieron.

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Feos, pero no lerdos

Durante los 130.000 años previos a su extinción (ocurrida hace unos 30.000 años), los sapiens mantuvieron idilios esporádicos -con resultado de hibridación fértil- con los neandertales, pero tan esporádicos, que se especula que sólo se diera un ejemplar de "neandertalosapiens" cada 1500 años, correspondiendo a estos rarísimos especímenes híbridos la transmisión de los genes neandertales al genoma del homo sapiens moderno. Genes que, si bien han dado algún problema de compatibilidad (intervienen en la propensión a la diabetes tipo 2, a la cirrosis biliar, al lupus o a la enfermedad de Crohn), han permitido que la piel de los sapiens -sobre todo los europeos, los cuales el 70% tienen estos genes- sea más resistente a las inclemencias de la intemperie -resistencia al frío de latitudes altas- y con una mayor dureza del vello corporal... para delicia de los centros de depilación, claro.
En definitiva, que por mucho que alguien pretenda mirar a los neandertales por encima del hombro, la realidad es que su historia, lejos de ser la de unos seres primitivos y obsoletos, fue la historia de unos supervivientes natos que consiguieron adaptarse con éxito allí donde las condiciones no permitían vivir a ninguna otra estirpe humana. El cambio climático, la reducción de poblaciones y la competencia con los sapiens -más avispados y menos especializados- hicieron el resto, quedando en nosotros restos de estos primos nuestros sin cuya participación, posiblemente, no habríamos sido capaces de colonizar con éxito hasta el último rincón de este planeta.
¡Ah! Y no se engañe. Cuando vea a algún "paquirrín" de turno haciendo el imbécil, no lo compare con los neandertales: la estulticia de según qué personajillos es un rasgo típicamente "sapiens".
A cada uno, lo suyo.

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Reconstrucción de cómo seria un neandertal hoy en día


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