Durante mucho tiempo imaginé que mi madre era negra. Me había inventado una historia, un pasado, para huir de la realidad, a mi regreso desde África a Francia, donde no conocía a nadie, donde me había convertido en un extranjero. Más tarde descubrí, cuando mi padre, al jubilarse, volvió a vivir con nosotros en Francia, que el africano era él. Fue difícil admitirlo. Debí retroceder, recomenzar, tratar de comprender. En recuerdo de todo eso he escrito "El africano".
Libro breve cuasi brevísimo. Con un autor de nombre tan pomposo y encima Nobel 2008 amenazaba plúmbeo. Para nada. Hermosa manera de escribir recuerdos, pinceladas de su vida: hijo de bretona y de un inglés nacido en Mauricio, es la historia de un niño criado en la Francia ocupada y separado de su padre, médico militar itinerante en Camerún y Nigeria . Con ocho años, junto a su madre y su hermano, aterriza en África y el continente impacta brutalmente en él.
Muy impresionista, si fuese una pintura. Casi todo es incompleto y esbozado, pero el conjunto asume la interpretación de la figura de su padre y su amor y respeto por sus paisajes y sus gentes. África emerge como una fuerza poderosa, víctima de los abusos coloniales y desangrada por las luchas tribales.