El afta es una úlcera de las mucosas
Las aftas son pequeñas úlceras que aparecen en la mayoría de los casos a nivel de la mucosa bucal. Suelen presentarse con un color blanquecino, a veces amarillo, rodeadas de una zona un poco enrojecida.
Si bien suelen aparecer en la pared interna de las mejillas, por encima o debajo de la lengua, y a nivel de las encías, también pueden desplazarse a otro tipo de órganos, concretamente a nivel de los órganos genitales. Existen varias patologías que suelen producir una serie de aftas.
El afta más extendida es el afta miliar, también llamada afta vulgar. Es la más frecuente, en los niños y en los adultos, y aparece de manera puntual pero con cierta frecuencia.
Este tipo de afta no supera el tamaño de un centímetro de diámetro. También puede darse con formas más raras y más graves como por ejemplo la gran aftosis, llamada igualmente enfermedad de Behçet.
Las aftas provocan lesiones bucales, genitales y oculares. Existen aftas relacionadas con la enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria del intestino; aftas relacionadas con una alergia medicamentosa; y aftas asociadas a un cáncer o a una leucemia.
Convienen acudir a un especialista médico cuando las aftas son dolorosas, sangran, o impiden una alimentación normal. También se debería consultar con un médico si son grandes de tamaño, o si aparecen en gran número (más de cuatro).
Las causas de aparición de las aftas clásicas pueden ser variadas. Se puede tratar de un gran cansancio o de un estrés. Estas pueden estar provocadas igualmente por consumir ciertos alimentos como los frutos secos, las frutas ácidas, los alimentos muy especiados, el gruyere, o la piña.
Algunas carencias pueden provocar la aparición de aftas, como la falta de hierro o una carencia en vitamina B 12. Las reglas o la presencia de herpes suelen estar relacionadas. Finalmente, un problema dental o llevar una prótesis dental pueden estar entre las causas más comunes. Las pequeñas afecciones se tratan de manera local.