Agorero… sí, existen varios tipos de agoreros. Hay agoreros de todos los sexos, hasta del neutro. Nunca verán la parte positiva de las cosas, porque viven en una constante donde el miedo y la preocupación les cobijan.
El agorero siempre se preocupará por todo, hasta de aquello que no tiene o de aquello que no llegará a suceder, pero como buen pesimista, ello permanecerá en su pensamiento más latente.
Cierto es que vivimos en un mundo cambiante, donde toca aprender rápido y adaptarse. Pero un buen agorero siempre se quejará por todo, nunca aceptará los cambios en su justa medida, ni se ocupará de las cosas según vayan llegando, puesto que su día a día, es la de contar a cuantos más mejor, sus profecías adivinatorias desde una visión catastrófica y negativa.
Si planteáramos un perfil para cada agorero, nos encontraríamos con tres personalidades diferenciadas, siendo eso sí, su máxima poder ser las tres a la vez:
El primero sería aquel que en su pensamiento sólo existe lo puramente físico, científico y racional:
"¿Nadie escuchó nunca hablar de la cara oculta del Sol? es esa "cara oscura" donde se producen erupciones solares. Las llamaradas son los eventos explosivos más grandes de nuestro sistema solar y se ven como áreas brillantes en el Sol que pueden durar de minutos a horas. Existen datos registrados de tormentas solares en el 1859, 1921 y la predicción indica que se produce una cada 100 años, es decir, tocaría ahora en el 2021. Teniendo en cuenta que la producida en 1921 fue más suave, esta estadística aplicaría. Pero según los últimos datos registrados por la NASA, una súper-tormenta solar como la producida en 1859 nos dejaría sin internet por meses, sobre todo a países como Europa y América del Norte. Por tanto si estamos en noviembre del 2021 y hemos pasado diez meses sin que se registre una tormenta solar de dicha magnitud, todo hace pensar que tendremos una antes de que acabe el año."
El segundo, es aquel que siente que lo emocional y lo psíquico es la luz que ilumina los corazones y que, además, mantiene en un vilo constante de preocupación con información imprecisa, en la que siempre se producen cambios que afectarán al futuro de la humanidad que hoy conocemos:
"Hay personas que entienden la realidad y la sabiduría a través de "Canalizaciones": éstas consisten en abrir un canal entre el plano físico y el espiritual. Es el método en el cual una persona es capaz de conectar con su esencia divina de la realidad o con su Ser Superior (su alma) o con entidades o seres que se encuentran en planos superiores dimensionales (recordemos que nuestro plano físico es la 3ª Dimensión), y recibe y materializa de éstos la información para posibilitar su misión o propósito de vida, e incluso, para elevar su nivel de consciencia.
Las actuales canalizaciones con planos astrales superiores informan que el planeta Tierra lleva desde hace años en un proceso regenerativo y de transformación cósmica. Diferentes sucesos siempre catastróficos acontecen en el devenir de la humanidad en breve, pero no concretan un cuándo. Nunca serán definitivas para nuestra existencia, pero sí cambiarán nuestras conductas y hábitos de vida que conocemos."
El tercero, es aquel agorero o agorera que en su pensamiento siempre lleva las profecías de los antiguos como parte de una verdad, donde la conclusión es que vamos a morir todos:
"Corría el año 1555 cuando un médico, astrólogo y clarividente, publicó una obra titulada: "Las profecías del señor Michel Nostradamus", para darnos una visión oscura e inquietante de lo que nos depararía el futuro en el planeta con el devenir de los siglos: entre hambrunas, guerras mundiales, terremotos, inundaciones y enfermedades. Agorero o Clarividente, no dejó a nadie sin sus oscuras visiones, que fue adaptando y mejorando con el paso de las nuevas ediciones hasta su fallecimiento el 2 de julio de 1566. Lo que sí dejó claro es su visión final: El fin del mundo llegaría en el año 3797 dc."
Por tanto, un buen agorero siempre nos anunciará males y desgracias, ya sean pasadas, presentes y futuras.
Los que no son agoreros, sino que por el contrario piensan y creen que más allá del devenir de las predicciones y de las circunstancias producidas por el avance de la industria tecnológica y del cambio climático, decirles que es mejor ocuparse de las cosas cuando se suceden a tener la cabeza pensando todo el tiempo en lo que va a ocurrir, sin saber si el devenir de la historia y de los acontecimientos cambiarán sus destinos; a éstos les dejaré una incógnita:
¿El destino está escrito o lo forjamos cada uno de nosotros con nuestros actos?