La madrugada del próximo domingo, 31 de octubre, deberán retrasarse los relojes una hora. A las 3:00 de la madrugada deberán cambiarse las manecillas a las 2:00
La madrugada del 31 de octubre finaliza el horario de verano establecido en todos los países miembros de la Unión Europea, por lo que los relojes deberán retrasarse una hora (a las 03.00 h serán las 02.00 h), en cumplimiento de la Directiva Comunitaria que rige el denominado “Cambio de Hora”. El “Cambio de Hora” comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Ahorro potencial de energía
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en nuestro país, por el cambio de hora en los meses en los que éste ha tenido efecto, puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros. De esa cantidad, 90 millones correspondería al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 € por hogar; mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
Las cifras anteriores son potenciales; es decir, para alcanzarlas es necesario llevar a cabo un comportamiento racional en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural, en edificios del terciario y en industrias. Estas tecnologías ampliamente experimentadas consisten en fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios.