Y es que es cierto eso de que los nórdicos, nos llevan años de ventaja, en esto del diseño, pero además en la venta inmobiliaria, no tienen ni nuestra silueta en el retrovisor. Si buscáis en muchas de sus infinitas webs inmobiliarias, podréis descubrir de todo tipo de espacios, todos ellos a cual mejor, y sobre todo, potenciando de una forma excepcional cada espacio.
Así, encontré el siguiente apartamento a la venta, en Estocolmo. Un espacio que es cierto que recuerda que esta vacio de vida, pero que no tiene que envidiar nada a un interior minimalista, vintage, y que unifica el diseño, la tendencia y el arte en cada m2.
Sin duda, (y para que engañarnos) no pude por menos fijarme en él, al ver los cuadros de Vee Speers (gracias mil Kati por indicarme de quien eran estas fotografías) y es que su arte, los colores y el estilo me encantan.
Muebles de vetados marcados, y lineas de mediados de siglo, recuerdan a esas viviendas sesenteras, con muebles chapeados, de colores oscuros, pero que aquí adquieren protagonismo, y se hace acompañar de blancos impolutos y piezas ligeras y delicadas.
En la mayoría de estos pisos, la luz se cuela y casi traspasa los muros.
Suelos de madera blanqueada, o detalles de colores fríos, equilibran un espacio, aportando un punto de inflexión ante tanta fuerza de textura en la madera.
La cocina, con ese aire retro, pero eso si, de mobiliario muy cuidado y actual.
Los azulejos tipo metro es lo que nos recuerda a un piso reformado, pero de lineas clásicas y muy retro, este espacio deja ver un exterior sin miedo a ser vistos.
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