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El aire que respiras (Care Santos)

Publicado el 16 abril 2013 por Montse @almaprendida
El aire que respiras (Care Santos)Datos técnicosTítulo: El aire que respirasAutor: Care SantosEditorial: Planeta. Colección: Autores Españoles e IberoamericanosPrimera edición: Febrero de 2.013
SinopsisVirginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería Palinuro. Entre el montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló, pronto aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica.Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX en que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, La Rambla.El aire que respiras es un canto de amor a los libros, pero también a la ciudad de Barcelona. Después de leer esta gran historia coral, la ciudad no volverá a ser la misma.
AutorEscritora y crítica literaria española nacida en Mataró el 8 de abril de 1.970. Cursó Derecho y Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona, pasando a ejercer después como periodista en medios como Diari de Barcelona, ABC y El Mundo. Fue fundadora de la Asociación de Jóvenes Escritores Españoles, de la que llegó a ser presidenta, y coordinadora del prestigioso sitio web de crítica literaria La tormenta en un vaso.
Como escritora ha publicado especialmente en lengua española, habiendo sido traducida a media docena de idiomas. Ha recibido gran cantidad de premios tanto de novela (finalista del Primavera y ganadora del Ateneo Joven de Sevilla) como de relato (premio Ciudad de Alcalá, premio Ana María Matute y premio Alfonso Cossío, entre otros).
Sin embargo, es como autora de narrativa juvenil como ha brillado especialmente, ganando los premio Gran Angular y Edebé, entre otros.
Entre sus títulos destacan Los que rugen (2.009), La muerte de Venus (2.007) y Habitaciones cerradas (2.011).
ArgumentoUna escritora, cuyo nombre ignoramos, pero que podríamos considerar el alter ego de Care Santos, lee en un periódico que ha muerto Antoni Rogés, el padre de una amiga suya de la facultad, y propietario de la Librería Palinuro.
Asiste al entierro y allí la hija del fallecido, Virginia, le dice que quiere entregarle unos papeles para que los investigue.La vida de los Guillot, un libro desaparecido y la historia de la ciudad de Barcelona durante la primera mitad del siglo XIX se dan cita en esta novela, en la que los libros se convierten en unos personajes más.
  • Una fina llovizna empieza a jaspear la polvorienta berlina en la que viajan, camino de Barcelona, dos fugitivos franceses. Estamos en los boscosos alrededores de la villa de Hostalrich y en el invierno del año 1793. Las nubes avanzan negras por el horizonte. El viento azota el mundo sin misericordia. Los viajeros, que llevan ya mucho camino bajo sus magras posaderas, no tienen ganas de hablar.
  • Llevaba casi veinte años sin ver a Virginia cuando supe de la muerte de su padre. «Muere el presidente del gremio de libreros anticuarios de Barcelona», rezaba un titular que alguien desconocido había dejado en mi muro de Facebook, tal vez porque sabía de mi lejana relación con la familia. Toda una incoherencia enterarme de ese modo, porque Antoni Rogés nunca quiso saber nada de nuevas tecnologías. Ni siquiera aprendió a manejar un ordenador. Consideraba un lujo mantenerse apegado a los métodos de siempre. Incluso la pluma estilográfica le parecía demasiado moderna y prefería sumergir el plumín en un tintero de cristal que le aguardaba, en su incongruente resignación, sobre la madera de roble de su escritorio. Escribía largas y hermosas cartas, de caligrafía difícil.
  • Saqué de mi mochila las tres carpetas: una amarilla, una verde y otra naranja. La amarilla estaba llena de recibos y facturas antiguos. La mayoría llevaba la dirección de una casa de la Rambla de Santa Mònica. Sobre la verde, la letra de Antoni Rogés anunciaba: «Papeles de Ángel Brancaleone.» Y sobre la naranja: «Papeles de monsieur Guillot.» Elegí esta última para comenzar. Los documentos eran de tamaños muy diversos y estaban numerados a lápiz. Al final, había una especie de índice, escrito con la letra picuda y meticulosa de Antoni Rogés, en tinta verde.

Opinión personalDespués de haberme "enamorado" de la forma de escribir de Care Santos con Habitaciones cerradas (tanto que es el libro que he regalado en el Sant Jordi bloguero organizado por Kayena), tenía muchas ganas de volver a leer una obra suya.Y un día, por casualidad, leí en un blog que Sandra Bruna Agencia Literaria envíaba un libro por suscribirte a sus newsletters. No lo dudé un momento y me apunté, me dijeron que el libro estaba disponible y la semana pasada llegó a casa. En cuanto pude me puse con él, eso sí, teniendo clarísimo que era imposible que este libro superara al anterior (que es la mejor manera de no llevarnos un gran batacazo). El título procede de una poesía de Carolina Coronado, titulada ¡Oh, cuál te adoro!:  Tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras y quisiera exhalar mi último aliento abrasada en el aire que respiras. La portada, con un manuscrito, es, simplemente, deliciosa.
Ambientada en la ciudad de Barcelona durante la primera mitad del siglo XIX, la novela está estructurada en un prólogo (Un episodio heredado de otro tiempo) y cuatro partes, divididas a su vez en escenas. Esta estructura no tiene la rigidez acostumbrada y la autora corta los pasajes con un dibujo de una hoja de acacia (el ex libris con el que está marcado el libro desaparecido) cuando lo desea. Finaliza con una Breve nota biográfica de los trece libros prohibidos de Monsieur Guillot
Con dos ejes narrativos diferentes, el pasado y la actualidad, escrita desde puntos de vista distintos (algunas partes en primera persona, con narradores protagonistas, otras en tercera, con narrador omnisciente, lo que enriquece la narración por las diferentes formas de ver los hechos de cada uno), con un orden cronológico discontinuo, en el que se van produciendo continuos saltos espacio-temporales, el estilo es impecable, con una forma de contar que nos transporta y nos mete en la historia como unos protagonistas más, adaptando el lenguaje a la época, a la clase social y al nivel cultural de cada personaje.
La trama, muy compleja, muy sólida y muy bien armada, formada por multitud de historias cuyo único nexo de unión es un libro desaparecido (y la relación que tuvieron con él diferentes personas que de otra manera jamás hubiesen coincidido), que terminan finalmente encajando como las piezas de un puzzle.
Creo que es encomiable su labor investigadora y documental, pero hay momentos en que tanto personaje, tanto dato y tantos hechos pueden hacer que perdamos el hilo y que terminemos por no recordar quién es quién y que papel representa. Y para contarnos todas estas historias se vale de un montón de recursos: intercambio de correspondencia, biografías, diarios, apuntes del librero, edictos, artículos del Código Penal, Reales Cédula...
El ritmo es ágil y dinámico, aunque con algunos altibajos provocados por los cortes que provoca la biografía de los personajes históricos que la autora intercala en el texto (que, por una parte, viene muy bien para situarlos en su contexto y conocer su vida, pero, por otra, además de romper el ritmo, puede llevarnos también a perdernos aún más).
Los personajes de esta novela coral, bien dibujados, mejor los de la parte antigua que los de la presente, que apenas están esbozados, y mezcla magistralmente los históricos con los de ficción. Guillot, Girabancas, Brancaleone, Rita..., se mezclan con los que existieron realmente, como el general Lechi, Madame La Ruga o el librero Xifré (en el libro se intercala una especie de diccionario para que conozcamos la vida de estos personajes reales). Y Barcelona, de nuevo, como protagonista indiscutible (parece que se ha puesto de moda tratar a la ciudad como un personaje más, como si estuviese dotada de vida).
Los espacios y ambientes bien conseguidos, con unas buenas descripciones de la Ciudad Condal en la época: desde la Guerra de la Independencia, al liberalismo, pasando por el absolutismo, las reuniones de "sabios", el derrumbe de la muralla y la construcción de La Rambla. Pero, sobre todo, el ambiente de las librerías y de los libreros, la forma de conseguir sus ejemplares, lo importante que era para algunos tener tal o cuál volumen para sobresalir...
El gran "pero" de la novela, para mí, es la aparición de lo "sobrenatural": creo que no era necesario y que le resta credibilidad a la obra. Aunque era lo que estaba de moda en el Romanticismo y que Care Santos se ciñe fielmente a la realidad.
El desenlace, con un giro argumental inesperado, es sorprendente e imprevisible, magistral.
¿Te recomiendo el libro? Pues no lo sé, porque aunque a la mayoría de los lectores compulsivos nos encantan las novelas que tratan sobre libros y posiblemente, como a mí, te gusten también los libros que contienen una historia dentro de otra historia y otra a su vez dentro de ésta, esta obra es diferente. Así que por esta vez, dejo en tus manos la elección.
He disfrutado mucho con toda la parte del pasado, con la buena ambientación del contexto político y cultural de la Barcelona decimonónica, con la investigación llevada a cabo por la "escritora", pero he de reconocer que en algunos momentos resulta complicado seguir el argumento, fundamentalmente por los cortes con los datos biográficos de los personajes reales.
Os dejo con algunas citas magníficas sobre libros:
  • Los libros tienen su destino.
  • Habent sua fata libelli. Sí, los libros tienen su destino.
  • En la capacidad del lector, tienen los libros su destino.
  • Quién ama los libros y tiene que vivir lejos de ellos poco a poco va perdiendo su alma.
  • Entre las páginas de los libros antiguos se esconden las ánimas de quienes los amaron, y allí conviven, en buena compañía con el papel y la tinta, para siempre.

Valoración: 8,5
Leído el 11 de Abril de 2.013
El aire que respiras (Care Santos)

Montse Martín


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