El alcohol hace algo de bien al cerebro

No lo digo yo, ya sabéis que yo sólo traigo lo mejor de lo mejor en estudios importantes para la exitencia humana.
La cuestión de esta ocasión -qué bien rimo- es que parece que el alcohol alimenta el cerebro de los grandes bebedores. Esto quiere decir que aumenta los niveles de energía, algo que en principio se le atraía de manera exclusiva al cerebro.
Parece que emborracharse habitualmente aumenta los niveles cerebrales de acetato, una sustancia química de alta energía liberada por el hígado en el metabolismo del alcohol -parezco científica y todo, pero he tenido que usar una chuleta para contaros esto-. Cuanto más se bebe, más fácilmente el acetato se convierte en energía.
Ojo con esto, no se quiere incentivar el alcoholismo -no entiendo a veces entonces para qué son los estudios-, aunque según uno de los investigadores, todo esto viene porque es una explicación a por qué es tan difícil dejar de beber y ser abstemio.
Si el próximo fin de semana tenéis lagunas mentales, resaca o malestar general, no me vengáis a quejaros, que yo no os he dicho que lo probéis a ver si funciona eh. A ver si ahora yo me voy a convertir en la incitadora alcóholica mundial y no, bastantes borracheras he tenido que soportar de los muermazos de mis amigos -¡guapos! ¡que os quiero más!-. 
Realmente esto explicaría porque mientras muchas personas con dos cervezas ya van piripis, otros que beben como cosacos tienen fuerzas para estar tres días de fiesta.
Como todo, no lo probéis en casa. O probadlo, pero lejos de la mía.