¿Cómo serán los alimentos en 30 o 40 años? ¿Y dentro de 100? ¿Seguiremos comiendo verduras del campo? ¿Pescado? ¿O bien los oceanos ya no producirán pesca sostenible?
La alimentación de toda la vida le está otorgando cada vez más espacio a la que hasta hace unos años parecía inviable: alimentación a base de batidos, cada vez más instaurados en algunas dietas que no suelo recomendar, junto a píldoras ¿recordáis las pelis del espacio de los años 70? o hasta en unos futuristas platos de cuidadísima elaboración que tienen como base a los insectos.
Los Montes de Galicia, el mejor gallego de Madrid, y yo misma os contamos las novedades (o curiosidades) que nos deparará la alimentación del futuro. Algunas de ellas ya están cada vez más arraigadas, y otras parecen impensables, pero dentro de veinte años ya os contaré si nos equivocábamos en las premoniciones o no. Veamos:
1.- Alimentos con menos azúcar, sal y grasa. A pesar de que ya es una realidad palpable (aun nos queda años vista de lo que un alimento procesado saludable debería ser).
Los alimentos ricos en azúcar, grasa y sal son los menos saludables, pero son también los que poseen un sabor más cautivador. La industria está trabajando en neuroaromas y sistemas de microencapsulación para mantener la sensación de placer que provocan la grasa, la sal y el azúcar utilizando ciertas moléculas más saludables. Interesante ¿verdad?
2.- Alimentos personalizados. La tendencia a los alimentos personalizados crecerá, sin duda, durante los próximos años.
Y no solo eso, sino que los centros tecnológicos de todo el mundo se han lanzado a una carrera en la que el resultado será el alimento personalizado, una tendencia que va ligada al estudio del genoma y la microbiota de cada ser humano. (Sobre este tema hablaré con más calma en otro post). Con esta información se podrían desarrollar alimentos específicos para cada individuo o grupo de individuos reducido que, por ejemplo, sufren una enfermedad concreta.
3.- Insectos. Esta es la opción que me parece más descabellada, pero ¿Sabíais que los insectos son una gran fuente de proteínas? (A pesar de ello, yo por el momento no me veo tentada a probarlos. Ni en harina).
Y esto lo digo, porque es importante destacar que en la actualidad numerosas startups están desarrollando alimentos cuya base proteica procede de harina de insectos e, incluso, algunos supermercados están comenzando a vender este tipo de productos. (Y mira, quién sabe, quizá en el futuro será un producto de alto consumo).
4.- Hamburguesas sin carne. Ya es más común encontrar opciones veganas en casi todas las hamburgueserías del país, aunque muchas veces, están hechas a base de arroz y/o legumbre, no pudiendo suplir los aminoácidos de la carne en estas últimas.
Este punto hace referencia a que en muchas ocasiones la proteína animal será sustituida en un futuro por la de origen vegetal. Es más, ya existen en la actualidad hamburguesas únicamente de tofu, carnita o quorn.
5. Helados sin proteínas de la leche. El fin es el de sustituir las proteínas de origen animal, a día de hoy ya existen heladerías que ofrecen helados elaborados con proteína de guisantes, por ejemplo.
6.- Auge de las algas. De todo tipo, de agua salada, dulce, microalgas, etc.... Muchos afirman que las algas serán la próxima revolución de la agricultura y de la ganadería.
Las algas son en la actualidad utilizadas en la cocina tradicional japonesa. Sin embargo, numerosos estudios y chefs de fama mundial están comenzando a valorar sus propiedades tanto por sus nutrientes, como para sorprender a la gastronomía mundial a través de nuevos y originales platos y sabores.
7. Nuevos envases. En el futuro se creará un tipo de envases donde primará la practicidad de cara al consumidor ocupado y exigente.
Éstos serán más sostenibles, inteligentes y activos, además de que ayudarán a conservar mejor las propiedades del alimento en sí.
¿Y vosotros? ¿Qué opináis al respecto? ¿Creeis que estamos equivocados? ¿Habíais oído hablar de la harina de insectos? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!