Revista Cultura y Ocio

"El alma del mundo", de Alejandro Palomas: una novela, múltiples lecturas

Publicado el 29 mayo 2014 por Lidiacasado

Ficha técnica: 

Título: El alma del mundo         Autor: Alejandro Palomas          Editorial: Espasa  Género: novela contemporánea Páginas: 304  Publicación:  5/4/2011   ISBN: 978-84-670-3619-0

Sinopsis (editorial):

  Otto Stephens y Clea Ross ingresan en un asilo para ancianos ricos y solicitan que una cuidadora en particular, Ilona, se ocupe de ambos.
  Clea, de noventa años, en su juventud una brillante violonchelista, sacrificó su carrera para permanecer a la sombra de su marido, un célebre director de orquesta. Dotada de un estimulante sentido del humor, es dueña de una ironía demoledora, libérrima y encantadora cuando quiere, pero dura con todo aquello que le resulta despreciable. Otto, de edad semejante, es un anciano seductor que conserva el encanto y el glamur de su juventud.

   La joven Ilona esconde un pasado terrible en su Hungría natal, sometida al terror soviético. Es una mujer zarandeada por el destino. En Barcelona, conoce a Miguel. Además de vivir un gran amor con él, este le enseña oficio de luthier. La felicidad se rompe cuando Ilona viaja a Budapest y permanece allí un largo periodo de tiempo para cuidar a su madre.
Otto le pide a Ilona que dediquen su tiempo a fabricar un violonchelo y esta ocupación se convierte para el anciano en lo más importante de su vida. Ilona tiene otros intereses: reconstruir su relación con Miguel.
   Durante tres meses, las vidas de Clea, Otto e Ilona se entrelazan, se llenan de confidencias, de secretos, de verdades a medias, de medias mentiras, de descubrimientos, y acaban formando un mosaico en el que nada es lo que parece. El violonchelo será en última instancia el desencadenante que los protagonistas esperan para encauzar la segunda oportunidad de sus vidas y retomar los cabos sueltos que les impedían a cada uno, por distintos motivos, ser felices.
   Soy fiel creyente de la teoría que dice que cada libro puede tener múltiples lecturas, tantas como lectores. Más, diría, yo, porque un libro no te dice lo mismo en momentos diferentes de tu vida. Así que cada libro puede tener infinitas lecturas, varias por cada lector que se acerque a él. Y mi creencia se reafirma en situaciones como la que pasamos en la reunión del club de lectura en la que analizamos esta novela en su globalidad: más allá de si a unas les había gustado, a otra nada o a otra le había decepcionado el final, cada una tenía su propia teoría sobre el objetivo de la novela y sobre lo que sus personajes querían, realmente, conseguir con la historia que nos cuenta Alejandro Palomas.
   Ahí reside una de las grandezas de la literatura: en decir cosas diferentes a personas distintas. Con los mismos mimbres: el mismo argumento, los mismos personajes, las mismas situaciones. Pero cada persona interpreta esas señales para inferir un mensaje diferente. Para algunas, esta es una historia sobre vidas malgastadas, quizá por orgullo, quizá por cobardía, quizá por inseguridad. Para otras, esta es una historia optimista: siempre hay tiempo para enmendar errores, nunca es tarde para ser feliz, o, al menos, intentarlo. Para otras, es una historia de amor, profundo, duradero, que va más allá del rencor y de los años compartidos. Para otras, una metáfora sobre lo falsos que podemos llegar a ser los humanos, sobre las mentiras que creemos o nos hacen creer y el daño que nos provocan durante años y años. Para otras, es una historia triste: hay que ver la de vicisitudes y heridas con las que puede cargar una persona. Para otras, una historia alegre: el amor (entendido en sentido amplio, incluyendo el de la familia o la amistad) es que nos salva de la oscuridad del día a día. Para otras, es todo eso al mismo tiempo. O ninguna de estas opciones.
   Para mí, esta es una historia que pone el acento en los peligros y las consecuencias de la incomunicación, en todas esas veces que no hablamos con el que tenemos al lado, que no nos desnudamos ante la persona con la que compartimos vida (sea pareja, hijo o hija, madre o padre...), esas ocasiones en las que nos callamos lo que necesitamos (una verdad, un abrazo, más tiempo compartido...) y esperamos a que el otro lo adivine, lo intuya, nos conozca tanto que sepa leer nuestros más íntimos anhelos y temores, aunque nunca se los hayamos confiado. Misión imposible. A veces es más fácil desnudar el cuerpo que el alma. Pero el alma es lo que da cuerda al ser humano, así que mantener la ropa interior y el maquillaje en ella, no mostrarla tal cual es, puede tener consecuencias tan terribles como las que quedan reflejadas en la historia de Otto, Ilona y Clea.
   Pero más allá del punto de llegada de la novela, de su mensaje o mensajes finales, El alma del mundo también es una obra que gusta disfrutar hasta que llegas allí. En el trayecto, he pasado muy buenos momentos con esos tres personajes principales, a cual más diferente, pero que tanto tienen que aportarse los unos a los otros. Me he reído con el carácter y la brutal sinceridad de Clea. Me he enamorado de Otto, aunque quizá sea el personaje más opaco, el que menos deje ver sus razones y sus sentimientos. Y he sufrido con Ilona, la chica de las rodillas rotas, con una trayectoria vital que duele casi en cada uno de sus días.
   Y, sobre todo, me he sentido atrapada por el estilo de Alejandro Palomas, lleno de magia y de poesía; una narrativa que te atrapa y te mete hasta el fondo de la historia, a veces divirtiéndote, otras robándote la respiración, pero siempre impresionándote con un lenguaje trabajado, pulcro y hermoso.
   En definitiva, una obra maravillosa, que enamora tanto por su estilo como por su historia y por las reflexiones que hacen nacer las vida de Otto, Clea e Ilona. Tres historias excepcionales, en su grandeza y en sus heridas.   Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  • Reto100 libros: 46/100
  • Reto 12 meses, 12 libros: 4/12 
  • Reto Encuentra al personaje: 19/24
   En El alma del mundo hay un personaje que pasa una noche de insomnio, otro de los ítems que teníamos que buscar dentro del Reto Encuentra el Personaje. Se trata de Rocío, la directora de la residencia en la que se desarrolla la acción, quien la noche anterior a la decisión de Clea y Otto sobre si quedarse o marcharse del centro no puede pegar ojo:
 Insomnio.
 Una tímida campanada se filtra entre el silencio nocturno de Buenavista mientras en el apartamento situado en lo alto del edificio principal el sueño tarda en llegar. Rocío aparta la sábana a un lado, enciende la lámpara de la mesita de noche y mira la hora en el despertador digital. La una (página 282).

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