El almacén de mi mente
On 19 de marzo de 2013 by femeninameDentro de mi mente hay un almacén enorme que, con el tiempo, he ido colocando. Las antiguas estanterías, lejanas y ocultas, me sirvieron para almacenar mis recuerdos de niña. Subía la escalera y accedía al trastero con los zapatos negros de charol y, de puntillas, coloqué allí mis primeros juegos en el parque, las normas que me inculcaban mis padres y la curiosidad por la vida.
Poco después, en una estantería más alta, coloqué el sentido de la amistad, el esfuerzo de los estudios y mi miedo a crecer. Esta parte ya casi no la veo cuando entro porque la siguiente está más llena y es más grande. En ella coloqué mis primeros besos, mis esfuerzos académicos, mis frustracciones y mi rebeldía de adolescencia. Hay cientos de recuerdos bonitos, los viajes, los amigos, la inocencia y las ilusiones guardadas en cajoncitos etiquetados: amanecer, noche de amigos, olor del mar, música en mi habitación.
En la parte más oscura de mi almacén guardo los grandes baúles cerrados con llave. Son los más pesados e imposibles de trasladar. Allí guardé las pérdidas de mis personas más queridas, mi padre y mi madre. Esta parte fue muy dificil de ordenar porque todo se oscureció y no se veía nada. A veces quise encerrarme con ellos dentro y quedarme allí para siempre, pero entró el sol por la ventana y conseguí guardar todos los momentos vividos con ellos y que su amor alumbrara los lados más oscuros, ahuyentando las sombras tras los baúles.
A continuación veo las estanterías más fuertes, las que comparto con mi pareja, él que me ha ayudado a arrastrar lo más pesado, compartimos los mejores momentos y hemos escrito juntos las etiquetas de las estanterías que más ocupan en este almacén, sobre todos las que llevan el nombre de nuestros hijos: el olor de bebé, las noches sin dormir, sus primeros pasos, la ternura, sus sonrisas interminables, sus miradas, su calor, sus primeras palabras, su curiosidad, su dependencia, sus razonamientos, su amor sin condiciones.