El almuerzo
No muy lejos de la Casa Lis, y en pleno centro, nuestros amigos reservaron mesa en el conocido Restaurante "La Hoja 21", en la calle San Pablo, un lugar que me recordó a esas tascas divinas que recorrió el Lazarillo con su amo, que tal vez visitó La Celestina y Fernando de Rojas parió en "La Hoja" su mítica y mundialmente conocida novela.
Especial categoría tiene este establecimiento de entrañable atención, reclamo de viandas y comensales, con dos comedores a tope. Nos sentamos en la mesa y apareció Cristina, la camarera con la carta y su sonrisa, esa que da confianza y presientes que sus recomendaciones van a triunfar en tu paladar y en tu estómago. Demostró la diestra camarera de "La Hoja 21" maestría y temple con la muleta de la carta, supo recomendar lo que más te va a gustar en esa amplia muestra de viandas, porque me da la sensación de que Cristina estuvo en los fogones y comanda de la cocina. Diálogo exquisito, fina educación y una pose que enamora al respetable, más aún cuando te recomienda el vino, un vino rosado de Miranda de Castañar de nombre "El Astronauta" que hizo las delicias por su afrutado paladar, vino muy apropiado para nuestro menú.
Mientras esperamos que Cristina nos haga llegar las viandas, nos espera un pan candeal espectacular, no pensé que en Salamanca pudiera haber una hogaza de tanta categoría como la de Palencia, que invita a comerte un mendrugo, aunque no tengas con qué untar. Otro dato a destacar de este local es que hace esquina a dos calles, y puedes observar quién viene, o quién va, o un desfile de tractores, conducidos por agricultores que protestan por el maltrato de la Comunidad Europea y del Gobierno de España.
Comentamos, mientras llegan las viandas, todo de lo que hemos disfrutado en la Plaza Mayor, Ayuntamiento y Casa Lis y comenzamos a yantar. Veo que entra en el comedor mi amigo Santi Hidalgo, secretario del Ayuntamiento de Tariego de Cerrato, acompañado de su mujer, hermano, y otros familiares. Cuando estás fuera de casa y encuentras a algún conocido, lo saludas con más afecto que si lo encuentras en Palencia.
El secretario de Tariego eligió el mismo menú que yo, todo igual menos el vino. Me dijo Santi que comió de forma divina, al igual que sus acompañantes, seguro que cuando vuelva a Salamanca volverá a almorzar en "La Hoja 21".
Tras los postres y cafés partimos al encuentro de Ierónimus, la magia de la catedral y de Salamanca a vista de pájaro, tema del que hablaré en el próximo capítulo.
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CURIOSEANDO POR SALAMANCA - ALFONSO SANTAMARÍA DIEZ