El Alto de la Capía

Hoy te vamos a describir, dentro de nuestra serie de puertos cercanos a la conocida ciudad de Torrelavega, la otra vertiente de ese espectacular y rompedor alto de La Capía del que hablábamos el otro día. Y por el precio de uno te vamos a dar dos puertos, porque también vamos a contarte cómo es la subida a las Cuevas del Monte Castillo, que comparte el primer kilómetro con este pequeño coloso.

Nos situamos en la localidad de Puente Viesgo, un centro termal muy conocido en Cantabria, y empezamos a subir al Monte Castillo en un giro a la derecha llegando desde Torrelavega. La mole del monte, perfectamente triangular, es muy reconocible desde varios kilómetros a la redonda. La subida apenas tiene historia, dos kilómetros al ocho por ciento sin descansos ni rampones, que nos dejan a la entrada de unas cuevas muy importantes, que no debes dejar pasar la ocasión de visitar, con pinturas rupestres que dan buena fe del rico pasado de la zona.

Lo que nos interesa ahora a nosotros como cicloturistas es una carretera que sale en un desvío a la derecha acabado el primer kilómetro de esta ascensión, y que en un cartel marca al Pico de la Capía. No te dejes confiar con los primeros doscientos metros de llano, porque pronto la carretera se empina al catorce por ciento, y tras un pequeño descansillo, vuelve a irse por encima del 18%.

Durísimo. Perfil de recorridosciclistascantabria.blogspot.com

Se inicia aquí un kilómetro infernal a casi el quince por ciento de media, con puntas del 20%, que deberemos afrontar con toda la tranquilidad del mundo y un triple plato suficientemente pequeño como para no quedarnos clavados. Porque sufrir vamos a sufrir seguro. La carretera, en perfecto estado, discurre entre eucaliptus, y presenta un par de curvas de herradura que te harán exigirte como en pocas ocasiones de tu vida. Además tienes que tener cuidado si el día es húmedo o ha llovido, porque en ese caso tu rueda patinará al ponerte de pie sobre la bicicleta y las hojas de los árboles podían llegar a hacerte caer. Así que ya sabes, a sufrir y a tirar de riñones.

Sobran las palabras. Foto de recorridosciclistascantabria.blogspot.com

Pero ojo porque esto no ha acabado, ya que queda otro kilómetro por encima del diez por ciento de media y con rampas continuas del 17 y el 18 por ciento, en el que deberás darlo todo para ascender a pasito de tortuga. El descansillo que llega tras una rampa del 18 por ciento te sabrá a gloria, pero la rampa del trece por ciento justo después de esos cien metros hará que tus piernas se rebelen contra ti.

Llega ahora un kilómetro irregular, con subidas y bajadas pero en que deberás tomar aire antes de afrontar los últimos y criminales quinientos metros, con rampas del 18 por ciento y una media del catorce por ciento. Eso te dará la puntilla. Ahora disfruta de las vistas y coge aliento para una bajada que tienes que hacer con el mçaximo cuidado por su pendiente.