Revista Insólito
El ámbar es conocido desde siempre, pero fueron los griegos los que le dieron un futuro más trascendente. Fue Aristóteles quien descubrió que estas extrañas piedras amarillas son de resina fosilizada de los árboles. Actualmente se pudo comprobar que el ámbar tiene una antigüedad que oscila entre 25 y 15 millones de años. Es muy frecuente que en su interior se encuentren insectos y restos de plantas fosilizados. También los griegos, que llamaban al ámbar elektron, descubrieron la propiedad de atraer pequeños objetos cuando era frotado enérgicamente. Es así como se descubrió la primera manifestación de la electricidad, y por el ámbar lleva su nombre.
Imagen: La trola