También había antiguas tiendas de comestibles, en donde se hablaba inglés y en las que se vendía la dura galleta para los barcos, pues entonces no había los refinamientos de hacer pan en ellos. Entre éstas se distinguía la de Charles. En algunas de estas oficinas se sentaban por la tarde losseñores graves con grandes levitones, hablando do política, de las oscilaciones de la Bolsa y de la entrada y salida de los barcos mercantes. La mayoría
eran ingleses, que venían de Glasgow, Liverpool, Newcastlo y Cardiff.
Gutiérrez Solana,”La España negra“
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