Revista Cocina
"Kafka y La Muñeca"
Cuántas veces he leído a Franz Kafka y la experiencia que tuvo con la niña que perdió a su muñeca, es una anécdota que no deja de inquietar mi corazón, pues en la vida todos sufrimos pérdidas de personas o cosas que amamos, pero al final, el amor volverá de una forma diferente... y así ha pasado a través de mi propia experiencia. He tenido importantes pérdidas pero mi corazón, mi mente, mi espíritu, mi alma y mi entusiasmo nunca han desfallecido, a pesar de las arduas jornadas de acontecimientos que se me han presentado.
Personas, trabajos difuminados, estructuras que esculpí dentro de mi corazón y mis manos, he cometido incontables equivocaciones que me enseñaron a mover las piezas del ajedrez trazando una recta a seguir sin distracción, yo sabía que si miro ligeramente las pérdidas me cuesta volver a la recta, así que no me consiento mirar atrás. Ahora, mis queridos lectores, puedo hacerles saber que he ido librando batallas, comencé una tregua para recuperar fuerzas porque tarde o temprano comienza la carrera pero con otra perspectiva diferente, llena de ánimo, amor, entusiasmo, disfrutando cada momento y personas que llegan a mi vida; esa es la verdadera felicidad, vivir el presente y saber que los acontecimientos con distintos matices son necesarios para dar color a nuestra historia, crecer en nuestra calidad humana y saber que estamos en esta vida no sólo para evolucionar, sino para disfrutar y ser felices.
Aquí les dejo la experiencia de Franz Kafka y La Muñeca:Paseando Kafka por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada: había perdido su muñeca.
Kafka se ofreció a ayudar a buscar la muñeca y se dispuso a reunirse con ella al día siguiente en el mismo lugar.
Incapaz de encontrar a la muñeca compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó cuando se reencontraron:- “Por favor no llores, he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a escribir sobre mis aventuras ...“- Este fue el comienzo de muchas cartas.Cuando él y la niña se reunían, él le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de aventuras imaginarias sobre la querida muñeca. La niña fue consolada. Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Ella obviamente la veía diferente de la muñeca original. Una carta adjunta explicó:-"Mis viajes me han cambiado …" -Muchos años más tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca. En resumen, decía: -" Cada cosa que amas es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente".
Mónica Núñez Soberanes.El Amor aparece de una forma diferente....