En tu regazo estoy bien. Tus brazos me protegen, tu pelo, largo, me acaricia mis regordetes mofletes con un suave cosquilleo. El latir de tu corazón, ese sonido para mí tan familiar, me dice que no tema, porque mamá me protegerá.
Tu calor, tu respiración, tus dulces palabras que aunque no entiendo emiten un sonido que me reconforta. No sé si cantas bien o cantas mal pero tus tonadas tranquilizan mi pequeño corazón. No conozco el mundo pero lo que veo a mi alrededor me dice que siempre estaré protegido. Si tú, mamá, estás siempre a mi lado. Y lo estarás ¿verdad? Aunque me haga grande como tú y viva mi propia vida. Sé que ahí estarás, para cogerme de la mano cuando me caiga, para consolar mi llanto cuando las frustraciones del mundo ataquen a mi alma. Sé que ahí estarás para reir y compartir mis triunfos y ayudarme a seguir luchando cuando algo no salga bien.
Haga lo que haga siempre me querrás. Porque no hay amor más puro, más bello, más sincero que el amor de mamá.
Pero ahora estoy aquí, el futuro ya vendrá. Ahora me tienes en tus brazos, dándome cariño y amor incondicional. El tiempo se detiene cuando estoy en tu regazo. Nada más importa. Ni las voces que te dicen que me vas a malcriar, ni todos aquellos que te critican por querer estar conmigo. Nada más importa. Sólo importa nuestro amor. Sólo importa este abrazo.
Feliz día a ti, que eres madre y que quieres, cuidas, abrazas a tu pequeño con la misma intensidad que lo hace mi mamá.