Para mi ‘Cumbres Borrascosas‘,como la novela de Emily Brontë, es para mi de las mejores historias de amor de todos los tiempos. Me centraré en la película de 1992 que es de la que extraeré mi escena favorita que se encuentra en mi top 10 de momentos más tristes.
Recuerdo que la primera vez que vi esta película no alcanzaba ni los 16 años. La primera visión que tuve de ella fue la de un bodrio y un tostón increíble. Creo que ni la llegué a ver entera. Pero más tarde, volví a visualizarla, impactándome realmente y sintiendo gran afinidad hacia la historia que cuenta. Además, si mal no recuerdo, fue la primera película que vi de Juliette Binoche y a raíz de ello sentí tanta admiración por su forma de interpretar que me puse a buscar como una loca películas sobre ella.
Si no has visto la película te diré que encarna a la perfección la tragedia del amor, al más puro estilo de novela romántica, pero lo que me gusta de ella es que no es feliz, es un amor tan pasional que no es alegre, que duele y hiere muy al fondo. Todos hemos tenido un amor así, que duele, y creo que aunque nos hable de una novela inglesa de hace bastante tiempo atrás, seguimos teniendo esa tendencia a amar trágicamente. Eso sí, el mundo hollywoodiense ayuda a recalcar todo esto.
Heathcliff y Catherine se enamoran desde el primer momento en el que él comienza a vivir en casa de los Earnshaw. pero el hermano de ella, Hindley le odia. Tras la muerte del padre, Hindley se hace con todo el poder y va en contra de Heatchcliff para que el amor no perdure entre su hermana y él. Por ello manda a Catherine lejos, donde conoce a su futuro marido Edgar, ya que su amor ha desaparecido misteriosamente. Todo ello cambiará con el retorno de Heathcliff que volverá tras tres años.
Las maravillosas actuaciones de Juliette Binoche y Ralph Fiennes hacen que estos personajes sean totalmente creíbles para la época reflejada. Claro está, uno tiene que vivir la historia muy interiormente y ser capaz de creer en esos amores. Después de esto, uno debería amar por encima de todo dos momento magníficos de la historia: cuando Heathcliff le reprocha el por qué abandono la lucha por su amor y, la escena que os remarco, el momento final, donde ya todo está perdido.
El climax, el texto (que supongo que en inglés será mucho más creíble), la sensación que produce. Todo ello remueve las entrañas. Nada más que decir.
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