Revista Viajes

El amor en la edad media

Por Pinceladasdeunamicroviajera @microviajera

¿Cambia el amor con la época? ¿Nos indica el tiempo como amar? A la primera pregunta respondería que no, que amamos igual, el sentimiento sea la época que sea es el mismo. Pero a la segunda pregunta sin duda respondería que sí. Y sino solo hay que leer la historia del famoso caballero Don Suero de Quiñones que protagonizó una historia de amor que se recrea todos los años el primer fin de semana de junio en Hospital de Órbigo.

El torneo del Paso honroso 2015. Foto: Sara Gordón

El torneo del Paso honroso 2015. Foto: Sara Gordón

Un amor irrepetible en la vida actual y una historia que aun conociendo el momento en el que se vivió a duras penas logro entender. Primero Don Suero se enamora de una muy fermosa mujer, hasta ahí todo normal y muy a la usanza actual, pero entonces este sentido caballero decide imponerse a sí mismo una cárcel de amor. Su prisión consiste en ayunar todos los jueves y colgarse una argolla de hierro al cuello. No sé si esto era algo habitual en el año 1434 o se le ocurrió a él pero esta decisión me parece curiosa y absurda como poco. Supongo que el objeto de esta medida tan extraña fuera la de llamar la atención de su enamorada (que desde luego tuvo que fijarse en Don Suero, si es ahora le pondrían una orden de alejamiento). Pensándolo bien se siguen haciendo tonterías para llamar la atención del amado en la actualidad y siempre se han hecho (youtube está lleno de ejemplos).

Foto: Sara Gordón

Foto: Sara Gordón

Aquí no acaba todo, después decide buscar la libertad de su prisión y muy dramáticamente se la pide al rey Juan II. La manera de conseguir el ansiado rescate a su cárcel es romper 300 lanzas en el paso Honroso y gente de todos los lares acude a la llamada de Don Suero para batirse en duelo con el caballero enamorado. Lo mejor de todo es que sus amigos se le unieron y ellos también luchaban por el amor del susodicho. Esta gesta medievalesca se representa todos los años en Hospital de Órbigo.

Foto: Sara Gordón

Foto: Sara Gordón

¿Pero qué pasó al final con Don Suero? Pues no contento con romper las lanzas en el Paso Honroso se dirigió con sus amigos en peregrinación a Santiago y allí depositó la argolla y una cinta azul que simbolizaba su amor en ella ponía: Si no os place corresponderme, en verdad que no hay dicha para mí. Quien la persigue la consigue dice el refrán y Don Suero pese a todo pronóstico consiguió a Doña Leonor de Tovar, que no se asustó con las originales muestras de amor de su pretendiente. Se casaron, comieron perdices, tuvieron dos churumbeles y finalmente Don Suero murió asesinado. Todo muy medieval.

FIN

Foto: Sara Gordón

Foto: Sara Gordón

Foto: Sara Gordón

Foto: Sara Gordón

Publicado en ESPAÑA, MICROHISTORIAS, TRADICIONES

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