EL CAFÉ DEL ÁNGEL
de ANNE JACOBSigo en mi cruzada por comprender mejor la época de la Segunda Guerra Mundial. De los niños españoles enviados a Rusia, me he cambiado a la perspectiva de los ciudadanos alemanes justo en los últimos meses de la guerra.
Hay dos focos: la familia que regenta una cafetería en una villa alemana y un reparto coral que incluye un soldado francés, un padre de familia alemán, una chica desarraigada, unos vecinos. En realidad, la autora realiza un retrato a nivel de calle de personas sin voz ni voto en el conflicto que tienen que sufrir las horrendas repercusiones.
Considero que la narración es ligera y descriptiva, sin caer en lo grotesco, pero es evidente que relata unas circunstancias profundamente devastadoras. Me gusta conocer los entresijos del día a día, de la gente, en lugar de las grandes batallas. Además, los personajes se vuelven infinitamente más humanos cuando sus penalidades y sus sentimientos se combinan.
Hilde es la hija de la familia dueña de El Café del Ángel, en cuyo edificio se refugia un grupo variopinto de personas con sus pesares y sus dulces sueños. Me ha encantado cada capítulo que se centra en el pueblo, los lugareños y la familia. Durante los meses finales de la guerra, el ejército americano se apodera de Wiesbaden, por lo que se manifiesta la nueva atmósfera de alivio de algunos y de caída de otros, según su apoyo al régimen nazi. Ha sido interesante conocer ese aspecto, la parte administrativa que afecta a las raciones, la libertad y la convivencia de la población con los invasores/libertadores.
Por otro lado, está Luisa, una refugiada que huye del ejército ruso a medida que va sometiendo y arrasando poblaciones a su paso, con Berlín en su mira. El terror de sus acciones espolea a los civiles a buscar cualquier rincón donde esconderse, ateridos de frío y apenas sin comida ni medicinas. Es un pasaje doloroso del libro. A Luisa le pasan cosas desoladoras y, en realidad, a varios personajes les persiguen las desgracias.
La mezcolanza de desesperación y ternura me ha conmovido. Es justo lo que buscaba para disfrutar con las cosas bonitas del café, la familia, los reencuentros y las esperanzas, y al mismo tiempo aprender de la época y sentir las emociones intensas. El ambiente en el café es cálido, humanitario, alegre y solidario. En él se reúnen artistas, músicos, amigos y clientes, mientras la familia lucha por servir sucedáneo de café la mayoría de las veces y rascar en el mercado negro los ingredientes suficientes para hornear bizcochos. Hay rencillas, hay apoyo, hay lecciones del malvivir en tiempos de posguerra. La añoranza por los buenos tiempos y la carestía conviven a la par que Hilde y Luisa suspiran por el amor y la pérdida que siempre van de la mano. Me ha enganchado muchísimo, la he disfrutado a tope porque los capítulos se alternan entre la perspectiva de distintos personajes y siempre pasan muchas cosas. Me capturaba la curiosidad por saber qué le iba a pasar a continuación a cada uno de ellos, a veces cosas maravillosas que te calentaban el corazón y otras, en cambio, eran más penurias. Todo en un equilibrio suavemente descrito y realista. Tengo entendido que se trata de una trilogía, con el segundo libro ambientado en 1951 y el tercero en 1959. Espero poder leerlos.Citas favoritas:La guerra divide a las personas entre canallas y honradas, y los canallas son mayoría.
Qué felices eran cuando no sabían lo que iba a ocurrir.
Sólo le queda la esperanza de que el destino sea clemente.
Es terrible verse solo en este mundo cruel y desquiciado.
El hogar es donde tu amor te ha esperado.
Tal vez la esperanza sea lo más bonito. La luz que va por delante de ti.
Datos de EL CAFÉ DEL ÁNGEL(Café Engel)Editorial Plaza & JanésNovela históricaTapa flexible con solapasUn tiempo nuevo, libro 1528 páginas; 20,90€
Muy recomendado, pero os aviso de que vais a sentir de todo: alegría, pena, compasión, amor y encanto.
Babel
querría visitar ese café tan majo.