Audrey Hepburn y su hijo Luca
A menudo, cuando se oye hablar de la maternidad de las famosas, oímos historias de niñeras, rechazo a la lactancia materna, reincorporaciones meteóricas a su profesión. Pero también hay mujeres que han sido grandes en su vida profesional, que han llegado a lo más alto y han sabido ser también grandes madres. Leyendo una biografía de Audrey Hepburn descubrí a una estrella de Hollywood que también fue madre y durante un tiempo lo dejó todo por sus hijos. Con una infancia triste y falta de afecto, Audrey deseó toda su vida poder convertirse en madre. Tras dos abortos, el 17 de julio de 1960 nacía Sean, fruto de su primer matrimonio con Mel Ferrer. En esta ocasión, la llegada del guión de Desayuno con diamantes pocos meses después, y que no podía rechazar, la obligó a volver a los escenarios siendo su hijo todavía un bebé.Pero cuando diez años después, el 8 de febrero de 1970 dio a luz a Luca, hijo de su segundo matrimonio con Andrea Dotti, sus apariciones en la gran pantalla se fueron reduciendo. En marzo de 1988 declaró: Tuve que elegir en un momento de mi vida o dejar de hacer películas o dejar de ver a mis hijos. Fue una decisión muy fácil de tomar [...]. Me retiré para quedarme en casa con mis hijos. Fui muy feliz. No era como si estuviera sentada en casa frustrada y mordiéndome las uñas. Como todas las madres, estoy loca por mis dos chicos1. En 1975 volvía a protagonizar una gran película, Lady Marian, pero sus apariciones en el cine serían cada vez más esporádicas. Al final, todas las mujeres que han querido ser madres y profesionales, vivir una vida plena dentro y fuera del hogar, han tenido que elegir. Me gusta ver cómo algunas de ellas eligieron en algún momento de su vida estar con sus hijos. ______1. Divas rebeldes, Cristina Morató, pág. 389