Revista América Latina

El amor tiene cara de mujer

Por Viajeenrenoleta
Trabajando adentro de ese geriátrico viví un amor tan imposible como fugaz. No, no piensen en ninguna enfermera. Paty estaba buena pero no me dio ni la hora. Angélica, mi paciente de 92 años, fue actriz. En sus años de esplendor filmó la primera versión de una novela muy conocida en su tiempo: el amor tiene cara de mujer. Durante las cuatro horas diarias que iba a cuidarla me contaba siempre la misma historia… que aprendió teatro con no se que fulano, que su gran amor fue tal otro, que nunca se casó pero que tuvo un hijo. La idea es que caminara pues ella siempre se quería quedar en la cama… y una vez que una viejita como esta se queda en la cama no se levanta más. Así la llevaba despacito por el pasillo, giraba en el otro pasillo, salíamos al patio y nos sentábamos en las sillas.Ella caminaba de mi brazo. Era petisa. Su cabeza llegaba a mi hombro. Me miraba hacia arriba y ponía puchero por que la hacía caminar, me decía que estaba cansada, que la llevara a la cama, que sea bueno, que mi amor, que le dé un besito. Cuando yo me reía ante su pedido y le cambiaba de tema ella se enojaba y volvía a poner puchero.Un día la enfermera no estaba y ya era hora de ir a dormir, debía acostarse asique la llevé a la cama. Antes tenía que cambiarse. Así le saqué el sweater, le puse el camisón por el cuello y cuando le voy a sacar la camisa me mira y me dice que no, que no lleva corpiño. Bueno, le respondo, yo no miro. A bueno, dale, se corrigió. Le puse el camisón, la acosté, la tapé y cuando estoy por irme me dice…   Ven mi amor, ven a la cama conmigo.Yo la miré a la viejita de 92 años y no me quedó otra que reírme, no sabía si se trataba de una realidad o estaba recordando sus años de filmación. Yo me sentía partícipe de su novela.   Si tuvieras 60 años menos no lo dudaría Angélica le respondí.Al lado de su cama había pegada una foto en sus años de esplendor. Estaba buena la viejita.

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