de Sandrone Dazieri.
Título: El ÁngelAutor: Sandrone DazieriEditorial: Alfaguara, 2017Páginas: 544.
SINOPSIS.
El tren de alta velocidad procedente de Milán llega a la estación de Roma Termini con todos los pasajeros del vagón de primera muertos a causa de un gas venenoso. La primera persona que evalúa la masacre es la subcomisaria Colomba Caselli, que acaba de regresar al trabajo tras su último y escalofriante caso.
A pesar de que todo apunte a un ataque de terrorismo islamista, Colomba prefiere pedir consejo a la única persona capaz de desentrañar la maraña de mentiras que rodea el caso: su excolaborador Dante Torre, con el que no se habla desde hace meses.
IMPRESIÓN PERSONAL.
La mayor parte de las personas que sufren un trauma fuerte en la infancia o en cualquier otra época de su vida difícilmente lo superan y aunque lo hagan siempre queda un poso relevante que en cualquier momento puede volver a salir a la luz. Sólo hacen falta unas condiciones parecidas para que todo vuelva. Esto es lo que les ocurre a los dos protagonistas de esta serie, Colomba Caselli, subcomisaria de policía en Roma y a Dante Torre, un experto en psicología. Los dos han sufrido lo indecible en sus respectivas vidas, los dos conservan unas fobias muy profundas que marcan el comportamiento que tienen ante la vida y los dos, por todo ello, se toleran, se aprecian, se entienden y se protegen. Dos personajes cuyo hilo principal de unión es su extrema inteligencia, cada uno en su ámbito, una manera un poco relajada de actuar ante las normas establecidas cuando están ante verdades que nadie quiere ver y un comportamiento marcado por los traumas que los han asolado en el pasado. Una pareja, sin ninguna duda, que te engancha desde el principio y de los que te cuesta despedirte hasta la próxima vez en que el autor nos los devuelva.Me encantó la novela anterior y primera de esta serie, "No está solo" y no puedo decir que esta nueva entrega me haya gustado menos. Como la anterior, unos protagonistas a los que acompañas mordiéndote las uñas todo el tiempo por el riesgo al que se exponen, sus decisiones, muchas veces precipitadas, pero que atinan a la hora de orientar el caso que se traen entre manos, su conocimiento de la situación que pueden rodear los hechos y su gran percepción sobre las personas que participan, sobre todo en el caso del Dante, al que hay que añadir esa excentricidad que te saca más de una sonrisa mientras lees. Y cómo no, una trama compleja, complicadísima que no sabes como va a resolver el autor. Pero vaya si la resuelve por muchos hilos que se entrecrucen, se distancien en el tiempo o te los ponga delante del rostro. Al final, el autor entreteje una trama perfectamente, va y viene, vuelve, avanza y retrocede y sale airoso con un final que te deja exhausta no sólo por la velocidad que cobra sino por la sorpresa de aquello que has tenido delante y no has sabido ver.No podría decir que la novela tiene un ritmo vertiginoso. Lo que le da fluidez a esta novela es el entramado y los movimientos de los personajes, pero esta complejidad requiere del lector muchísima atención durante su lectura. Son capítulos muy cortos que también ayudan a esta fluidez y provoca que te cueste trabajo abandonar la novela porque siempre quieres saber más y más. Pero es una trama compleja y requiere mucha concentración para no perderte entre lo que siguen haciendo los "malos", lo que investigan Dante y Colomba, muchas veces por separado, lo que van avanzando ( o no) la policía que sigue otras líneas de investigación, los asuntos personales de unos y otros y otros aspectos disciplinarios que afectan a la subcomisaria que vienen a entorpecer su investigación. En mi opinión, una novela muy inteligente sostenida por una personajes potentes que van localizando poco a poco las lagunas que los responsables van dejando atrás.No digo más. Una segunda entrega de una serie con unos personajes que lo llenan todo y una trama que los acompaña, digna totalmente de su inteligencia, de su manera de ser y estar y de la complicidad que existe entre ellos, nunca exenta de problemas. Hay que leerlo.