«El ángel negro» de John Verdon

Cuando la policía revisa la morgue donde está el cuerpo de Tate dentro de un ataúd sellado, descubre que, además de que el cadáver ha desaparecido, el ataúd no estaba roto por dentro, sino por la parte exterior.

Enseguida se desata un circo mediático, con titulares que proclaman: hombre muerto caminando, el asesino del infierno, el asesinato de zombis.

El pueblo entero entra en pánico: empiezan a correr todo tipo de teorías de conspiración, comienza una literal cacería de brujas y, para echar más leña al fuego, un apocalíptico predicador amante de las armas alienta a sus seguidores a una batalla contra Satán.

Mientras Dave Gurney se adentra en la realidad de Harrow Hill, las víctimas mortales aumentan rápidamente. Gurney descubre una red de relaciones enfermizas, resentimientos enconados y amargas luchas de poder. Cada capa de engaños que descubre le lleva a otra más. Pero finalmente Gurney descubrirá la extraña verdad en el corazón de los asesinatos, una verdad tan espeluznante como los titulares con los que se topó al inicio de la investigación.

Datos técnicos:

Editorial: Roca Editorial (2020)

Páginas: 480

Formato: Tapa blanda / Versión Kindle

ISBN: 978-8417968250

Precio:19,85 € / 7,59 €

Impresiones

John Verdon tiene la magia para hacer al lector adentrarse en un mundo de incógnitas desde la primera página; todo lleva a pensar mil y una historias diferentes. Me pasa como con John Grisham, que aunque sus libros son de una misma temática, yo me metía en sus juicios e historias desde el minuto uno.

Es verdad que no todas las historias gustan por igual, y en esta ocasión se me ha hecho un poco más cuesta arriba que los demás, me ha resultado un poco más lento, y eso de que un muerto ande... tiene su aquel, dado que no estamos en Walking Dead y todavía no tenemos zombis a nuestro alrededor, por lo que la trama es interesante. No por esa sensación, deja de tener un ritmo rápido, como cualquier investigación policial que se precie, llena, la historia, de giros insospechados, abundantes diálogos que hacen que el lector vaya teniendo más información... o no, porque con Verdon nunca se sabe, porque lo que parece... no es. En esta ocasión, creo que algunos aspectos han sido repetitivos, y de ahí la sensación comentada, tal vez menos descripción en algunos momentos de aspectos que ya conocemos, creo que hubiese funcionado mejor.

Gourney hace que pongamos nuestras neuronas a tope y que nos rompamos nuestro cerebro haciendo mil y una elucubraciones. Todo ello es posible a un buen perfil de los personajes, porque sin tratarlos correctamente se caería en algún error que nos develaría más información de la debida. Pero es algo habitual en el autor, trata a cada personaje como si fuese el único, y por tanto no deja cabo sueltos.

En esta ocasión estamos ante una historia de engaños, y como si fuese una espiral uno lleva al otro, despistando a nuestro protagonista. Por lo que el lector tiene el alma en un vilo sin saber que va acontecer al voltear la página. Para los que no se hayan iniciado con los libros del autor, no tendrán problema porque no es necesario haber leído los anteriores, es una historia independiente.

Sobre la trama, poco se puede contar sin desvelar más datos de los necesarios. Simplemente que Gurney se encontrará con un caso más espeluznante y enrevesado de lo que creía en un principio. Y que la historia se pondrá más interesante un poquito avanzado el libro.

Reseñado por Rocío Carralón

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