El año 2019 ha comenzado batiendo récords de temperatura máximas en todo el mundo. Cuando aumenta la temperatura suele venir acompañado de mayores exposiciones de la piel al sol, lo que incrementa el riesgo a padecer cáncer de piel. Ante estos pronósticos, la mejor prevención suele ser: la educación, la cautela y los protectores solares de elevado factor.
Parece que 2018 fue el cuarto año más caliente desde que se registra la temperatura, pero todo apunta a que el 2019 batirá records y se convertirá en el año más caliente que el planeta el ser humano haya vivido jamás.
El pasado mes de Febrero de 2019 ya se posicionó como el 5 febrero más caluroso desde 1880, que fue cuando se comenzó a llevar registros de esta. La temperatura mundial promedio de Febrero fue de 12,9 grados Celsius, 0,8 grados por encima del promedio 12,1º que se registró durante todo el siglo 20. En Australia, Brasil, China y el Océano Pacífico tuvieron zonas donde el sol marcó temperaturas de record.
Se ha reducido más del 13% el hielo presente en la Antártida. Esto sitúa Febrero en el séptimo con menos hielo de toda la historia. Al mismo tiempo, el hielo Ártico se redujo en un 5,9 %. Y es que la temperatura promedio de las superficies de todos los mares y océanos, se situó en 16,4º Celsius. Un 4,4% más de temperatura promedio del siglo 20 y la segunda temperatura más alta de la historia. Como puede observarse, este 2019 ya está batiendo records.
Además los 5 años más cálidos de toda la historia han sido 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018. Por lo que la tendencia es clara a que este 2019 sea el año que más caliente el sol y que más radiaciones haya sobre la superficie terrestre.
La demostración del calentamiento global tiene dos grandes pilares. Uno es la rápida elevación de las temperaturas mundiales, que han crecido 1º Celsius en solo 39 años. Algo descomunalmente rápido para la historia del planeta. Por otro lado la alta correlación de este incremento de temperaturas, con el aumento de los gases de contaminantes de efecto invernadero.
"El calentamiento global ya no es algo del futuro", comenta Gavin A. Schmidt, director del Instituto Goddard para los Estudios Espaciales, el grupo de la NASA que lleva adelante este estudio.
De acuerdo también con este instituto, las nuevas condiciones climáticas afectaran a cada región de forma diferente, aumentando en algunos casos las radiaciones solares a las que los humanos están expuestos
Acompañando al alza en las temperaturas, hay nuevos desafíos médicos del cambio climático
El calentamiento global podría estar aumentando la incidencia de cáncer de piel y es que la temperatura agrava los efectos cancerígenos del UVA.
"Hasta ahora lo que parecía más preocupantes era la radiación ultravioleta. Pero parece que hay evidencias de que al aumentar la temperatura media, aumenta al mismo tiempo el efecto cancerígeno de los rayos Ultra Violetas. Es decir, que el calentamiento global puede llegar a aumentar de forma significativa la incidencia de cáncer de piel", cuanta Rubén Piacentini, director de el área de Física Atmosférica, Radiaciones Solares y Astropartículas, del Instituto de Física Rosario, del Conicet y de UNR.
Diferentes investigaciones, han observado que por cada grado Celsius que aumenta la temperatura, la incidencia del tipo de cáncer Carcinoma Escamoso, aumenta también un 5,5% y el Carcinoma Basal un 2,9%
"En lo referente al cáncer de piel, no basta únicamente con regenerar la capa de ozono. Es muy importante y protegerse de la radiación ultravioleta y por supuesto, frenar el calentamiento global", avisa Piacentini, "Esta investigación podría dar una explicación al hecho de qué en algunos lugares donde la radiación ultravioleta es más alta pero la temperatura media es menor, haya menor incidencia de cáncer de piel".
La importancia de la prevención
El cáncer de piel es el más común de todos los que afectas a los humanos, y entre ellos, el carcinoma es el más frecuente y depende mucho de la exposición al sol. Por otro lado el Melanoma es el más agresivo de todos y es el que más gente joven padece.
Hay varios pasos preventivos que pueden evitar su aparición. El primero es no exponerse nunca al sol entre las 10 y las 16, que son las horas de mayor radiación y al mismo tiempo una segunda barrera. Usar un protector solar de SPF 50 o superior y de amplio espectro, que proteja de los rayos UVA y UVB.
El dermatólogo también hace hincapié en evitar las quemaduras: "Hay estudios que dan cuenta de la relación entre exposición intensa al sol en tiempos cortos, como se da, por ejemplo, en las vacaciones, y el melanoma, que por otra parte tiene un componente genético", advirtió Gatti. Para Piacentini, la regla de oro para la exposición solar es: sombra corta, riesgo alto. "La máxima es exponerse al sol cuando las sombras son largas", concluyó.