
Casi un año ha transcurrido desde que este libro llegara a mis manos y por fin le llegó su turno hace unas semanas cuando, buscando nueva lectura, me dije ahora sí, ya no lo dejo más. Hoy os hablo de El año de la luna azul.
Sinopsis
La vida de Carlos Céspedes da un vuelco cuando recibe la noticia de que su hermano Gregorio, periodista de profesión, ha muerto en un atentado en Tel Aviv mientras se encontraba de viaje junto con el profesor Swartz, reputado historiador, en medio de una investigación sobre el expolio nazi y las obras de arte falsificadas. Una vez en Israel, Carlos descubrirá que ese atentado no fue aleatorio y tras varios sucesos extraños terminará viajando a Berlín para continuar esa investigación que enlaza las obras de arte con el negocio de los diamantes.
Aunque el expolio nazi es un tema muy usado tanto en la literatura como en el cine, El año de la luna azul lo plantea de forma muy atractiva para el lector, mezclando en sus páginas distintos escenarios y, sobre todo, a través de unos personajes que en el primer momento nos resultan reconocibles y humanos, con un desarrollo que los dota de vida haciendo que traspasen el papel.
Pero si bien el planteamiento de la novela es bueno y sus personajes cuentan con la personalidad bien definida en el papel que juegan, lo cierto es que el misterio inicialmente planteado termina perdiéndose en un bucle en el que tenía la sensación de no avanzar, de estar dando vueltas a lo mismo para acabar tomando unos derroteros que, en mi opinión, están cogidos un poco por los pelos. De igual modo esa sensación de que cada personaje está en su justo lugar se fue desvaneciendo conforme leía, terminando por no entender algunas actitudes y algunos hechos que me han resultado inverosímiles. No quiero decir mucho para no fastidiar la lectura a quien tenga previsto adentrarse en sus páginas, pero por ejemplo que alguien que ha matado a diestro y siniestro de pronto, y teniendo la oportunidad en bandeja, decida dejar con vida a quien puede destruir la suya es algo que no consigo entender y que, como os decía, me resulta inverosímil. Añadiendo a ello la impresión que no dejaba de asaltarme de que la historia no avanzaba sencillamente porque por ese camino era imposible que lo hiciera y cualquier elemento nuevo que en ella aparecía lo sentía como un intento infructuoso de encauzar una historia que en determinado momento pierde el norte.
Todo ello hizo que la tensión y la intriga iniciales se fueran desvaneciendo hasta el punto de que mi interés por la trama y los protagonistas fueron decayendo y ya lo único que de verdad quería era acabar cuanto antes. Bien es cierto que mi momento lector tampoco es el mejor últimamente y que a mi falta de tiempo se une una desconcentración total que me impide meterme en los libros que estos días han ocupado mi ocio, pero sea como sea lo cierto es que lamentablemente El año de la luna azul no ha sido la lectura que esperaba.
